espedido con honores y sentimiento en el último partido liguero de la temporada 2014-2015, Xavi Hernández (Terrassa; 39 años), solicitó días más tarde en su adiós oficial un pañuelo al presidente Josep Maria Bartomeu para retirarse las lágrimas tras el vídeo que repasaba sus mejores momentos en el club, aderezado con las voces y mensajes de quienes compartieron vestuario con él. “Los que te conocemos sabemos que volverás, porque esta es tu casa”, profetizó entonces Iniesta. “Espero que no sea un adiós sino un hasta luego”, resolvió Xavi. Y bien que pudo serlo la semana pasada cuando le propusieron entrenar al Barcelona en sustitución de Ernesto Valverde. Pero el exazulgrana, que cuenta con más participaciones que nadie con la camiseta del Barça al pecho (767 encuentros; seguido por Messi, que acumula 707), entendió que no era su momento. “No la acepté porque me pareció muy precipitada. Mi sueño sigue siendo entrenar algún día al Barcelona, pero es un poco pronto”, argumentó el técnico del Al-Sadd, que este viernes disputa la final de la Copa Príncipe de Qatar ante el Duhail de Rui Faria, que hasta no hace mucho era el asistente de Mourinho.

Desde que empezara el curso, el área deportiva del Barcelona se movilizó para interesarse por la situación y disposición de varios entrenadores, como de Henry, Marcelo Gallardo y Pochettino, del mismo modo que hasta se le ofreció la posibilidad de empezar una carrera de técnico en las inferiores del club a Mascherano. Y pareció que todo se aceleraba antes de medirse con el Celta, pues desde las más altas instancias del club se filtraba que podía ser el último envite de Ernesto Valverde en el banquillo en caso de mala imagen. “Los jugadores lo sabían y se dejaron la piel, por lo que se decidió seguir porque el vestuario había enviado un mensaje y porque después hubo un par de semanas ilusionantes tras los duelos de ida y vuelta ante el Dortmund, el Atlético, el Inter…”, señalan desde las oficinas de la ciudad deportiva azulgrana. Pero el raquítico juego ofrecido ante el Espanyol en el derbi de extremos porque medía al líder con el colista, además de la derrota en la Supercopa frente al Atlético, colmaron el vaso y Valverde estaba despedido, por más que todavía no lo supiera.

Precisamente, fue en ese viaje cuando el secretario técnico, Éric Abidal, y el director general del club azulgrana, Óscar Grau, solicitaron por partida triple audiencia con Xavi, pues se reunieron el viernes, el sábado y el domingo. Una cita en la que el exjugador, presuponía, le tantearían para el siguiente curso. Pero no fue así y le ofrecieron un cargo que acabó por rechazar. “El Barça es un sueño, lo he dicho muchas veces. Es el club de mi corazón, pero ahora estoy centrado en el Al Sadd, con el que tenemos por delante una final muy importante. Estoy muy feliz aquí y tengo mucho respeto por este club. No puedo decir nada más”, aseguró unos pocos días más tarde Xavi, que tiene contrato con el club catarí hasta junio de 2020.

Tras la negativa de Xavi, el área deportiva se decantó por Quique Setién, técnico azulgrana hasta 2022, aunque con una cláusula por la que el presidente que salga elegido en los comicios de 2021 puede rescindirlo para poder elegir así al técnico que considere más adecuado. Como Xavi, opción preferencial para el candidato Víctor Font y también gancho para la directiva actual. “Me encanta el nuevo entrenador del Barcelona, me encanta su forma de trabajar y espero que tenga éxito con el equipo”, le piropeó Xavi, que volvió a referirse a su negativa al Barça: “Primero se lo dije a mi familia y después a los jugadores del Al-Sadd, porque siguieron el tema. Durante tres días no estuve en mi mejor posición, pero ahora estoy totalmente enfocado con mi equipo”. Sabe, en cualquier caso, que no hay fecha para su retorno pero que el Camp Nou le aguarda.

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