Un grupo de manifestantes había instalado un piquete frente a la embajada rusa situada justamente cerca de una comisaría de policía donde se retiene a manifestantes detenidos el martes. Los participantes en los desórdenes exigían la liberación de sus compañeros.
Las fuerzas policiales y militares que acudieron al lugar bloquearon todos los accesos a la zona, los manifestantes que no se habían retirado fueron dispersados con gas lacrimógeno lanzado por las fuerzas del orden.
De acuerdo a la Cruza Roja del Líbano, los enfrentamientos en Beirut se saldaron con al menos 35 manifestantes heridos. En cuanto a la policía, resultaron heridos más de 15 agentes.
La policía ya había recurrido a la fuerza para dispersar a los manifestantes congregados cerca de la comisaría de Sakanet el Helou. Durante más de media hora los manifestantes estuvieron provocando a los agentes tirándoles piedras.
Finalmente la policía puso en libertad a 10 manifestantes de los 59 detenidos. Al mismo tiempo fueron detenidos otros participantes en los desórdenes en la calle Corniche el Mazraa, en Beirut, cerca de la embajada de Rusia.
La oficina de prensa de la embajada comunicó que durante los desórdenes detonaron varios petardos en el territorio de la misión diplomática sin causar daño al personal.
La embajada rusa se vio en el centro de los enfrentamientos casualmente porque los manifestantes detenidos el martes se retienen en la comisaría de Sakanet el Helou situada frente a la sede diplomática.
El Líbano vive una fuerte crisis económica, en medio de la cual estallaron en octubre pasado unas protestas sin precedentes en contra del Gobierno, la división sectaria del país y la corrupción de la clase política.
Las manifestaciones forzaron la dimisión del Gobierno de Saad Hariri, y en diciembre el presidente del país, Michel Aoun, nombró como primer ministro a Hasán Diab, al que le encargó formar un nuevo Gabinete.
