Alemania invitó el martes a las partes beligerantes de Libia, así como a las potencias mundiales y regionales para una conferencia de paz en Berlín el próximo domingo.
La idea de la líder germana es facilitar una solución política al conflicto interno del país africano.
La oficina de Merkel anunció que el Gobierno de Libia, reconocido por la ONU, el mando del comandante rebelde Jalifa Haftar con sede en el este de Libia, y líderes de 11 países incluidos Rusia, Turquía, Italia, Egipto y Emiratos Árabes Unidos (EAU), fueron llamados para participar en la conferencia.
El anuncio se produjo luego de las conversaciones auspiciadas por Rusia para la paz libia.
Pero las conversaciones para un alto al fuego permanente terminaron sin un acuerdo después de que Haftar salió de Moscú exigiendo dos días para consultar con las tribus libias locales, mientras el jefe del Gobierno de Acuerdo Nacional de Libia (GNA) Fayez al-Sarraj firmó el cese al fuego.
El canciller alemán, Heiko Maas, ha expresado su esperanza de que la conferencia de Berlín contribuya a la solución política del conflicto libio.
En declaraciones a periodistas en Berlín, Maas dijo que los países participantes ya han alcanzado un acuerdo común sobre un documento después de una serie de conversaciones a nivel de trabajo en los últimos meses.
"En esta conferencia, nos gustaría volver a discutir este [documento] con todos los participantes, y si tenemos éxito, también lo aprobaremos", dijo.
El principal diplomático de Alemania dijo que este documento busca garantizar que las partes en conflicto cesen las operaciones militares y regresen a las conversaciones políticas bajo los auspicios de las Naciones Unidas.
El 12 de enero, las partes beligerantes del conflicto libio anunciaron un alto el fuego en respuesta a un llamado del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el presidente ruso, Vladimir Putin.
Desde el derrocamiento del difunto gobernante Muammar Gaddafi en 2011, han surgido dos escaños de poder en Libia: uno en el este de Libia, apoyado principalmente por Egipto y los Emiratos Árabes Unidos, y el otro en Trípoli, que goza de reconocimiento internacional y de la ONU.
En abril, Haftar lanzó una ofensiva para capturar Trípoli, lo que ha provocado la condena internacional.
Según la ONU, más de 1.000 personas han muerto desde el inicio de la operación y más de 5.000 han resultado heridas.
anadolu agencia