Por su parte, el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, advirtió que si las tropas de Haftar retoman su ofensiva contra Trípoli, la conferencia internacional prevista para el 19 de enero en Berlín no tendrá sentido.
"Si Haftar continúa [su ofensiva], el proceso de Berlín no tendrá sentido", dijo Cavusoglu, citado por el canal NTV.
El comandante del Ejército Nacional Libio (ENL), mariscal Jalifa Haftar, y su mayor rival, el jefe del Gobierno de Unidad Nacional (GUN), Fayez Sarraj, llegaron el 13 de enero a la capital rusa para participar, junto con otros representantes de los bandos del conflicto libio, en una ronda de consultas auspiciada por los ministros de Exteriores y de Defensa de Rusia y Turquía y encaminada a lograr un alto el fuego sostenible en el país magrebí.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, comunicó que Sarraj y el presidente del Consejo de Estado, Khalid Mishri, firmaron el documento final de las negociaciones en Moscú sobre el alto el fuego, mientras que Haftar y el presidente de la Cámara de Diputados en Tobruk, Aguila Saleh, pidieron más tiempo para estudiarlo.
Más tarde, el Ministerio de Exteriores ruso confirmó que el mariscal Haftar abandonó la capital rusa sin firmar el acuerdo.
Los presidentes de Rusia y Turquía, Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan, habían llamado a declarar un alto el fuego en Libia a partir del 12 de enero, y las dos principales facciones enfrentadas en el país norafricano aceptaron esta iniciativa, aunque se acusaron de violar el armisticio en las primeras horas.
Libia continúa sumida en una crisis desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales. Actualmente en el país se mantiene una dualidad de poderes: el Gobierno interino, que controla la parte oriental del país junto con el Parlamento, y el Gobierno de Unidad Nacional en Trípoli (noroeste), avalado por la ONU. Sputnik
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