"Durante el último año observamos un resurgimiento y un fortalecimiento de ISIS no solo en el sureste de Siria, sino también en el oeste de Irak", dijo Abdalá II en una entrevista con la cadena France 24.
Agregó que la comunidad internacional "debe tener presencia allí y estar lista para intervenir y ayudar a Irak a combatir esta amenaza".
Señaló que ISIS representa una amenaza no solo para Irak y Oriente Medio, sino también para los países de todo el mundo.
En diciembre de 2017 las autoridades iraquíes anunciaron la victoria sobre los yihadistas en todo el territorio del país, pero subrayaron que seguirían combatiendo contra las células secretas, que continúan sus intentos de cometer ataques en las áreas liberadas.
Los efectivos iraquíes afirman que frustran la mayoría de las acciones de los terroristas.
El 5 de enero el Parlamento iraquí aprobó por mayoría de votos la retirada de las tropas extranjeras y se pronunció a favor de poner fin a la cooperación con las fuerzas de la coalición internacional contra ISIS.
La medida se tomó después de que Estados Unidos asesinara al general iraní Qasem Soleimaní, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, en un ataque aéreo perpetrado en Bagdad el 3 de enero sin autorización de las autoridades iraquíes.
El Gobierno iraquí catalogó ese ataque como una violación de las condiciones del despliegue de las fuerzas estadounidenses en el país.
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