"Francia está disponible para contribuir con la experiencia necesaria", aseguró el jefe de la diplomacia en declaraciones a la emisora RTL.

Al mismo tiempo, Le Drian se negó a hablar de posibles causas del siniestro, que se cobró la vida de los 176 ocupantes de la aeronave.

"Antes de tomar una posición, debe haber una claridad total sobre lo que sucedió y para eso hay investigaciones internacionales que deben llevarse a cabo", aseveró.

A este respecto, el canciller pidió evitar especulaciones y abogó por "establecer la verdad bajo las condiciones más totales de transparencia".

El 8 de enero, un Boeing 737-800 de la compañía Ukraine International Airlines se estrelló pocos minutos después de despegar desde el aeropuerto de Teherán con rumbo a Kiev.

A bordo del avión viajaban nacionales de Irán, Ucrania, Afganistán, Alemania, Canadá, el Reino Unido y Suecia.

El Consejo de Seguridad y Defensa Nacional ucraniano informó que entre las principales hipótesis del siniestro se barajan el impacto de un misil, un ataque terrorista o la explosión de un motor.

A su vez, el primer ministro canadiense declaró el 9 de enero que, según información preliminar de inteligencia, la aeronave habría sido derribada accidentalmente por un misil iraní.

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