Azerbaiyán desde su independencia (1991)
En diciembre de 1991, en un referéndum nacional, los votantes de Azerbaiyán aprobaron la Declaración de Independencia adoptada por el Consejo Supremo, con el colapso de la Unión Soviética, Azerbaiyán es reconocido como estado independiente en un primer momento por parte de Turquía, Israel, Rumanía y Pakistán. Y luego, por los demás, como Irán, Rusia, Estados Unidos, etc.,
En este caso, Azerbaiyán alcanzó la independencia en 1991 virtualmente en un estado de guerra impuesta, con la agresión de la República de Armenia, que acabó con la ocupación de una quinta parte del territorio azerí y cientos de miles de refugiados a lo largo del país. Al mismo tiempo una profunda crisis económica y social, luchas internas por el poder y convulsiones políticas pusieron al país en una situación complicada.
Azerbaiyán es un país joven con 23 años y con las dos últimas décadas de su independencia ha conseguido un gran desarrollo en muchos campos pero en condiciones de extrema dificultad. Porque las décadas fueron un período de lucha para preservar la soberanía e independencia, sobrevivir y el segundo período fue un período de las transformaciones más profundas del país y pueblo. (La construcción de la estatalidad, el desarrollo económico, desarrollar los órganos democráticos, también la integración en el sistema internacional, etc.).
Desde su independencia (18 de octubre de 1991), Azerbaiyán ha tenido varios sentidos bien marcados de su política exterior. Todos ellos destinados tanto a la consolidación de la nación azerí como estado independiente, como a su participación activa en el panorama internacional, sobre todo a nivel regional en el Cáucaso sur, donde es una pieza clave. Sin olvidar ir consolidando sus relaciones con estados más lejanos.
Y a través de enormes esfuerzos para preservar la independencia y las continuas y consistentes reformas, que Azerbaiyán ha pasado de ser un país desconocido, roto y débil a emerger como una de las economías más estables y dinámicas del mundo, activa, confiable y en un miembro respetado de la comunidad internacional.