La mañana estuvo marcada por la incertidumbre, hasta que Trump compareció para aclarar que no se habían producido bajas "americanas o iraquíes". Desde Irán, la Guardia Revolucionaria había asegurado en un primer momento haber causado 80 bajas de militares estadounidenses.
El ayatolá Jamenei, líder supremo de Irán, subió la tensión al decir que "la acción militar no es suficiente" y exigir el fin de la presencia de EE UU en la zona. Pero la comparecencia de Trump, en la que anunció más sanciones económicas pero aparcó la vía militar, contribuyó a enfriar la situación. El precio del petróleo, que se había disparado ante la incertidumbre, se desplomó.
Por la noche, el impacto de dos cohetes en la Zona Verde de Bagdad, cerca de la embajada de EE UU, volvió a hacer saltar las alarmas.
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