El Departamento de Asuntos Exteriores ha explicado que como resultado de la situación que vive el país durante los últimos días, el Gobierno ha decidido que todos los filipinos que trabajan y residan en Irak están sujetos a una "evacuación obligatoria".
El portavoz del Departamento de Exteriores, Eduardo Menez, ha insistido a sus compatriotas a ponerse en contacto con la Embajada del país en Bagdad en caso de necesitar una visa de salida, cuenten o no con el permiso de sus empleadores, o bien sean víctimas de la trata de personas.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, también ha ordenado a las Fuerzas Armas que se mantengan a la espera de enviar dos aviones C-130 Hércules, dos buques y un jet C-295, destinados para traer de vuelta a Filipinas a sus ciudadanos, después del ataque de Estados Unidos contra el Aeropuerto Internacional de Bagdad que acabó con la vida del general iraní Qasem Soleimani.
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