El edificio de siete plantas situado en la provincia de Kep, en el sur del país, se vino abajo el viernes, matando a trabajadores y a seis niños e hiriendo a otras 23 personas que fueron rescatadas de entre los escombros.
Los propietarios, Ek Sarun y su mujer Chhiv Sothy, fueron imputados el lunes pero han sido puestos en libertad por las autoridades tras ser interrogados y puestos bajo supervisión judicial, según ha explicado Mann Boret, un portavoz del tribunal, al diario 'Khmer Times'.
El jefe de la Policía provincial, Ben Dara, ha explicado al medio local VOD que la pareja ha sido imputada por homicidio imprudente, un delito que puede acarrear penas de entre uno y tres años de cárcel.
Los obreros habían iniciado la construcción en marzo sin licencia y finalmente en agosto se dio autorización para construir seis plantas, según VOD, que cita a Lay Vannara, un responsable provincial de gestión de tierras.
diariosigloxxi
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