El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha anunciado que, en el caso de una retirada forzada de los militares estadounidenses del territorio iraquí, Bagdad tendrá que pagar a Washington el costo de una base aérea si no quiere ser sancionado.
"Tenemos una base aérea extraordinariamente cara allí. La construcción costó miles de millones de dólares, mucho antes de mi época. No nos iremos a menos que nos paguen por ello", ha señalado el mandatario ante los periodistas, según Reuters.
Ha agregado que, si Bagdad solicita al Pentágono que retire a sus militares del territorio iraquí de manera no amistosa, EE.UU. le impondrá "sanciones como nunca antes han visto".
"Eso hará que las sanciones iraníes parezcan un poco aburridas", ha prometido.
La instalación militar a la que ha hecho alusión Trump es probablemente la base aérea de Al Asad, ubicada en la gobernación de Al Anbar, al oeste de Irak. Construida en los años 1980, fue capturada por las Fuerzas Armadas de EE.UU. durante la invasión de 2003 y utilizada por el Pentágono hasta 2011. En septiembre de 2014, un contingente estadounidense volvió a ocupar la instalación junto con militares iraquíes.
Según estima The Washington Post, actualmente en Irak se encuentran cerca de 6.000 soldados estadounidenses.
El pasado domingo, el Parlamento iraquí aprobó una resolución que pone "fin a la presencia de tropas extranjeras en suelo iraquí" y les prohíbe "usar su suelo, espacio aéreo o aguas por cualquier razón".
El jefe del Gobierno de transición de Irak, Adel Abdul Mahdi, ha anunciado que los oficiales están preparando un memorando de pasos legales y de procedimiento para implementar la resolución del Parlamento sobre la expulsión de las tropas extranjeras del territorio del país.
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