Una petrolera vuelve a convertirse en la empresa cotizada de mayor valor. La salida a Bolsa de la saudí Aramco a comienzos de diciembre desplazó a las tecnológicas estadounidenses del lugar que ocupaban desde 2012. Y así se ha mantenido hasta finales de 2019, acabando el año la mayor petrolera del mundo valorada en casi 1,7 billones de euros, medio billón más que Apple. Pero Aramco es una excepción. Las empresas tecnológicas de la primera potencia mundial siguen dominando los parqués: cuatro de las cinco mayores cotizadas forman parte de este sector y son de nacionalidad estadounidense.
La salida a Bolsa de Aramco ha sido la mayor de la historia. Arabia Saudí vendió un 1,5% de su gran petrolera y recaudó con la operación 23.000 millones de dólares. Eso supuso ya desde su debut el pasado 11 de noviembre que esta firma, capaz de bombear 10 millones de barriles de petróleo a diario con gran rentabilidad y dueña de unas vastas reservas de crudo, se convirtiera en la mayor cotizada del mundo. Superaba así a Apple, que ocupaba esa posición desde 2012 en el listado que elabora Bloomberg.
En los primeros días de su salida a Bolsa, los títulos de Aramco subieron y la empresa llegó a valer más de dos billones de dólares. Pero después estas acciones cedieron terreno y ahora se mueve cerca de los valores de su estreno en el parqué.
La posición que ocupa la empresa árabe devuelve a una petrolera el cetro del mercado de la renta variable. Durante bastantes años, las compañías de este sector fueron las más valoradas. La estadounidense Exxon fue un inquilino habitual del lugar que ahora ocupa Aramco a comienzos de siglo hasta que le desplazó Apple, aunque en algún momento cedió el puesto a Petrochina.
Pero ese puesto de la empresa energética saudí tiene algo de excepción. La siguiente petrolera de la lista de las 50 mayores cotizadas a final de año es, precisamente, Exxon, que aparece en el lugar número 18. Y luego, Royal Dutch Shell y Chevron. Ya no hay más.
Que solo haya cuatro petroleras en este selecto club muestra cómo ha cambiado el mundo en esta última década. En 2009 había 12. Diez años después, las dudas sobre el futuro del negocio del crudo y los combustibles fósiles (energías renovables, cambio climático) llevan a los inversores a apostar por otros sectores. Y entre estos destacan, ya desde hace años, las tecnológicas.
También señala hacia dónde se dirige la economía mundial que las cinco que siguen a Aramco en la lista elaborada con datos de Bloomberg sean cinco tecnológicas estadounidenses: Apple, Microsoft, Alphabet (la matriz de Google), Amazon y Facebook. El dominio de este sector se aprecia en que de las 50 mayores compañías del mundo, 11 pertenecen a él.
Otra prueba de que los inversores ven a las tecnológicas como las reinas del parqué es que su cotización no deja de subir. Apple y Microsoft superan el billón de dólares —y euros—, cuando hace un año estaban bastante lejos; y otras dos lo rozan: Alphabet y Amazon.
Y esto no solo sucede con las firmas tecnológicas estadounidenses, también se ve con las de otros países. La coreana Samsung y la taiwanesa TSMC han avanzado posiciones en 2020. La primera pasa del puesto 28 al 20 y la segunda del 36 al 21, saltando quince posiciones.
De la mano del creciente dominio tecnológico de los parqués, ha aumentado todavía más la tradicional hegemonía bursátil de las empresas estadounidenses. Hace 10 años, entre las 50 de mayor capitalización había 24 firmas de ese país. 2019 ha acabado con 31, las mismas que tenía a finales de 2018.
En este periodo, solo China, país con el que EE UU mantiene una guerra comercial, parece aguantarle el pulso. Las firmas del gigante asiático se reparten los primeros lugares de la lista. Alibaba es la empresa china de mayor tamaño. Pese a que en 2019 la petrolera Aramco arrebató al gran bazar tecnológico el honor de ser la mayor salida a Bolsa de la historia, sus títulos han subido en torno al 55%. Ni siquiera la salida de Jack Ma, el hombre más rico del país asiático, después de 20 años al frente de la empresa, ha frenado su escalada.
Otra empresa china que se cuela en el top ten es la firma de telecomunicaciones Tencent, que pasa del sexto al noveno lugar. Después aparecen otras de varios sectores, en los que las finanzas tienen un papel destacdo: los bancos ICBC, China Construccion Bank y Agricultural Bank of China o la aseguradora Ping. Precisamente del gigante asiático procede una de las entradas destacadas este año en la lista, la empresa de consumo Kweichow Mouta, que ocupa el puesto número 40.
El declive europeo
Y frente al empuje de los dos grandes gigantes de la economiá mundial, está el poco protagonismo de las empresas europeas en los parqués. En 2009 Reino Unido colocaba siete compañías entre las 50 mayores del mundo por capitalización; Francia y Suiza, tres; España, dos, y Holanda, Italia o Rusia una. En 2019, en cambio, entre todos los países del Viejo Continente suman siete. Otra de esas evidencias que arrojan los parqués de lo sucedido en la última década en la economía mundial.
De los países europeos, las empresas que mejor resisten son las suizas. De hecho, las tres que aparecen (Nestlé y las químicas Roche y Novartis) son las mismas que hace 10 años. Francia, en cambio, ha perdido representantes al pasar de tres (Total, EDF y Sanofi-Aventis) a dos (LVMH y L’Oréal). También colocan una compañía Alemania (la tecnológica SAP) y Reino Unido y Holanda (la petrolera Anglo Dutch Shell). En cambio, desparecen las empresas de países como Rusia, Italia o España.
Por su parte, Japón solo mantiene un representante en este club: Toyota. El fabricante de automóviles nipón es la única empresa de este sector en plena reconversión que aguanta entre las que tienen una mayor capitalización bursátil.
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