Son españoles y conocidos de la Policía desde hace más de veinte años. En los últimos meses, la conocida como banda del Taca (Raúl G.C., de 41 años) había dado el salto desde los alunizajes y butrones al narcotráfico a gran escala. Eran los receptores de 1.300 kilos de cocaína que llegaron a Marín (Pontevedra) e iban a ser trasladados a Madrid. La Brigada Central de Estupefacientes, con la colaboración de la Fiscalía colombiana y la DEA, lograron impedirlo e incautarse de la droga, detener a diez miembros de la organización e intervenir 550.000 euros en efectivo que llevaban en el doble fondo de un coche, así como diez vehículos de lujo.
El Taca, considerado el «rey de la lanza térmica» para realizar butrones, fue detenido en mayo junto a tres de sus hombres pero quedó en libertad. Los agentes de Estupefacientes tuvieron noticia de que se preparaba un envío de una tonelada y media de cocaína a España semanas después.
Las investigaciones llevaron hasta una organización experta en controlar comunicaciones y en adoptar medidas de seguridad. Contaban además con conductores capaces de esquivar cualquier control o embestir lo que se les pusiera por delante y con una flota de coches de alta gama que superan los 250 kilómetros por hora.
El grupo no dejaba nada al azar. Se movían entre Madrid, Alicante y Galicia con un vehículo lanzadera al frente para avisar de controles y contratiempos mientras preparaban la recepción de la droga. Los agentes sabían a quiénes se enfrentaban. Algunos de los vigilados tienen más de 50 antecedentes y en su historial constan homicidios, intentos, alunizajes, butrones, blanqueo y atentado a agente de la autoridad. Hace casi una década jubilaron a uno los mejores policías de Estupefacientes, un subinspector, tras embestirlo en una persecución y destrozarle una pierna.
Una de sus guaridas, que usaban como base de operaciones, es un hotel de Getafe que fue registrado, igual que un taller de compra-venta de vehículos en Plaza de Castilla, del que salían los coches de gran cilindrada.
Cinco de los miembros del grupo fueron detenidos en Marín, en una nave industrial en la que iban a recoger los 1.300 kilos de droga en 25 bolsas negras para llevarlos a Madrid. Entre ellos está Ignacio O. R., que participó en el campeonato de España de Kick Boxing en 2005. En Madrid cayeron los otros cinco cuando transportaban más de 550.000 euros del pago de la droga en un vehículo caleteado. En la operación Arya no ha sido arrestado el jefe: Raúl G. C., el Taca (de tacaño), a quien se investiga por blanqueo y que cuenta con un patrimonio de más de un millón de euros procedente de los robos.
abc