Según un estudio publicado recientemente en la revista Medical Hypotheses, el consumo de azúcares agregados, comunes en muchos alimentos propios de la Navidad, puede desencadenar procesos metabólicos, inflamatorios y neurobiológicos relacionados con enfermedades depresivas,
El alto consumo de azúcar, de hecho, podría provocar una “tormenta perfecta” que afecta negativamente a la salud mental, de acuerdo con los investigadores de la Universidad estadounidense de Kansas, citados el martes por los medios.
Los dulces, de acuerdo con los expertos, “actúan como droga” y tienen un efecto inmediato levantarnos el ánimo, “pero en dosis altas también pueden tener una consecuencia paradójica y perjudicial a largo plazo de empeorar el estado de ánimo, reducir el bienestar, elevar la inflamación y causar aumento de peso”.
“Para muchas personas, la exposición reducida a la luz solar durante el invierno alterará los ritmos circadianos, interrumpirá el sueño saludable y empujará del 5 al 10% de la población a un episodio completo de depresión clínica”, señaló Stephen Ilardi, profesor asociado de Psicología Clínica de la Universidad de Kansas.
Los investigadores aseguran que evitar el azúcar dietético adicional podría ser especialmente complicado porque el azúcar ofrece un impulso inicial del estado de ánimo, lo que lleva a algunas personas con enfermedades depresivas a buscar su elevación emocional temporal.
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