El futuro de los emojis: imitación a tiempo real del estado de ánimo del usuario

  25 Diciembre 2019    Leído: 2016
  El futuro de los emojis:   imitación a tiempo real del estado de ánimo del usuario

Estos populares símbolos de comunicación se crearon en 1999 pero no fue hasta 2010 cuando comenzaron a reconocerse de manera universal.

Han dejado de ser una moda, porque ya llevan 20 años en nuestras vidas. Los expertos dicen que los emojis representan el primer idioma que ha creado el mundo digital. Estos iconos han sido especialmente diseñados para añadir matices de emociones a un texto plano. En 2015 fue la palabra del año del diccionario Oxford y el año pasado la Real Academia de la Lengua Española (RAE) incluyó aspectos del entorno digital como los emojis en su libro de estilo. Además, es una de las 12 palabras nominadas por la Fundeu a ‘Palabra del Año 2019’.

El futuro de los emojis es el sonido aunque también veremos memojis (emoticonos personalizados a partir de nuestra cara). “Los animojis, o emojis con movimiento podrían imitar a tiempo real el estado de ánimo de los usuarios, incluso incorporando rasgos prosódicos cuando se hibriden con tecnologías como el reconocimiento facial y de voz”, asegura Silvia Sivera, doctora en Comunicación y profesora de ciencias de la comunicación y de la información de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC). Por lo tanto, en cuanto aumenten las posibilidades de personalización, e incluso de creación por parte de los usuarios, tendremos una versión 2.0 de los emojis.

La palabra emoji proviene del japonés. "E" significa "imagen"; y "moji" significa "letra" o "carácter". El diseñador japonés Shigetaka Kurita creó los primeros 176 emojis en 1999 para NTT docomo, una empresa de telefonía japonesa. Ahora se encuentran en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (EE UU). Kurita se inspiró en el manga, donde se representan conceptos con un símbolo. Había personajes que mostraban el tiempo (como el sol, las nubes, un paraguas, un muñeco de nieve…), transportes (un automóvil, un tranvía, un avión o un barco), elementos tecnológicos (un teléfono fijo, un móvil, una televisión o la GameBoy) y todas las fases de la luna. Esos caracteres no eran puramente informativos: por primera vez se agregaba un subtexto emocional a un mensaje.

El antecedente del emoji es el emoticono. Se usaban en los años 90 en chats, foros y en Messenger, un servicio de mensajería instantánea creado por Microsoft en 1999. Los más comunes eran :-) y :-( para expresar alegría o tristeza, aunque la cara guiñando un ojo ;-) se convirtió en uno de los más populares. Algunos usuarios comenzaron a innovar y crearon otros como (ツ). No obstante, “hacer representaciones gráficas (o pictogramas) para comunicarnos es mucho más antiguo que el lenguaje escrito que se utiliza por convención y debe ser enseñado. Las pinturas rupestres de Altamira podrían considerarse proto-emojis”, señala Sivera.

Como los emojis se hicieron muy populares en Japón, las compañías móviles rivales copiaron la idea de NTT docomo. Después, Apple, Facebook y Google, empezaron a buscar la oportunidad de incorporarlos en sus plataformas. En 2007, el equipo de software de Google solicitó que los emojis fueran reconocidos por el Consorcio Unicode, un grupo formado por las principales compañías de hardware y software con intereses en los estándares de procesamiento de textos. Las empresas que lo forman son Adobe, Apple, Facebook, Google, IBM, Microsoft, Oracle y Yahoo. Este grupo es el actual responsable de mantener un estándar de codificación de caracteres para facilitar la información, transmisión y visualización del emoji en diferentes plataformas.

Pero no fue hasta 2010 cuando se aceptó la propuesta y los emojis comenzaron a reconocerse como forma de comunicación universal. Además, se añadieron cientos de iconos, como caras de gato que expresan felicidad, enfado o tristeza. En 2011 Apple agregó un teclado emoji oficial a iOS, y Android siguió su ejemplo dos años después. Este hecho permitió a los usuarios acceder a ellos directamente desde sus teléfonos, provocando que su popularidad se dispersara por todo el mundo. Como los emojis se hicieron tan populares, el Consorcio Unicode agregó nuevas actualizaciones que requieren un largo proceso de creación. Suele llevar hasta dos años desde que existe un primer borrador hasta que está incluido en el teléfono del usuario.

A medida que el vocabulario emoji comenzó a crecer, los usuarios se preguntaron por qué había seis iconos de sushi, pero ninguno de tacos o burritos. Había una variedad de emojis profesionales como médicos, chefs o policías, pero todos eran hombres y blancos. En 2014 se comenzó a revertir esta brecha con una actualización de diversidad con cinco nuevos tonos de piel y un conjunto de parejas del mismo sexo. Desde entonces, cada actualización ha incluido cada vez más diversidad de los tipos de personas y culturas. En 2015 surfistas y ciclistas, mujeres con cascos y estetoscopios, personas con turbantes e hijabs. Las actualizaciones de 2016 se publica un emoji de padre soltero, bandera del orgullo y mujer de levantamiento de pesas.

La última actualización del consorcio incluye criaturas mitológicas como sirenas, genios, elfos y vampiros, más alimentos (sándwich, brócoli o comida para llevar, animales (dinosaurios, erizos, jirafas, cebras) y nuevos rostros. Quizás lo más importante, la actualización también agregó media docena de nuevas formas de representar a los humanos: una mujer que acuna a un bebé, una mujer que usa un hijab y tres nuevas opciones de género neutro. “En la última actualización de Android 10, que Google empezó a distribuir en septiembre, se incluyen 53 emojis de género neutro. Y para los usuarios de Apple, en la actualización de noviembre de iOS 13.2, también se incorpora una colección de emojis inclusivos”, concluye Sivera.

elpais


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