"Estamos de acuerdo en que el diálogo y las discusiones son la única vía eficaz para resolver los problemas relacionados con la península de Corea. Quisiéramos dar una solución política a estos problemas, junto con la comunidad internacional, y lograr la paz en la península y la región", resumió el primer ministro de China, Li Keqiang, al término de una cumbre tripartita celebrada en Chengdu.
El jefe del Gobierno chino, citado por el canal NHK y la agencia Yonhap, calificó de "profunda" y "sincera" la discusión que mantuvo en la capital de la provincia de Sichuan con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe.
El presidente Moon, por su parte, subrayó que "la paz en la península de Corea está en el interés de las tres naciones". El primer ministro Abe aprovechó la ocasión para condenar los recientes lanzamientos de misiles desde Corea del Norte, al calificarlos como "amenaza grave" para la seguridad regional.
Los líderes de EEUU y Corea del Norte, Donald Trump y Kim Jong-un, al reunirse por primera vez el 12 de junio de 2018 en Singapur, se comprometieron a trabajar para la desnuclearización de la península de Corea y la normalización de las relaciones bilaterales.
Sin embargo, el proceso de distensión en la península de Corea se atascó en los meses recientes.
La segunda reunión de Trump y Kim, celebrada en Hanói a finales de febrero pasado, terminó de forma abrupta y sin un acuerdo, aunque las partes, según la Casa Blanca, quedaron en mantener más reuniones en el futuro.
El tercer encuentro entre ambos líderes, no programado, tuvo lugar el 30 de junio en la línea divisoria entre ambas Coreas, y terminó con el anuncio de que Washington y Pyongyang retomarían consultas en las semanas siguientes.
Sin embargo, el proceso negociador se reanudó solamente a principios de octubre y, según Corea del Norte, fue un fracaso por culpa de EEUU que había llegado a la mesa "con las manos vacías".
A principios de diciembre, el vicecanciller norcoreano Ri Thae-song recordó que el fin del 2019 es la fecha límite que el líder norcoreano, Kim Jong-un, marcó en abril para que EEUU cambie de actitud en las negociaciones con Corea del Norte para preservar el avance logrado, si no quiere llevarse una "sorpresa navideña".
En mayo pasado Pyongyang reanudó las pruebas de armas, tras una pausa de 17 meses, y realizó desde entonces una quincena de ensayos, entre ellos dos recientes que, según las conjeturas, fueron de nuevos motores para misiles balísticos intercontinentales.
Sputnik
Etiquetas: