El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, aseguró este domingo que más de 80.000 desplazados sirios han iniciado la marcha desde Idlib, último reducto de las milicias rebeldes en ese país, hacia Turquía como consecuencia de la ofensiva del Ejército sirio y ha advertido a Europa de que se enfrentará a una crisis migratoria como la de 2015 si pretende que Ankara se haga cargo de las personas en soledad.
“Turquía no llevará sola el peso de esta migración”, afirmó Erdogan durante un acto en el Palacio de Domabahçe de Estambul. También señaló que está haciendo todo lo posible junto a Rusia para poner fin a los ataques en Idlib, de acuerdo a un reporte de Europa Press.
En ese sentido, el jefe de Estado anunció el envío de una delegación a Moscú este mismo lunes para entablar contactos. “Veremos las medidas que tomamos en función de los resultados", indicó, según recoge la agencia de noticias estatal turca, Anadolu.
Turquía y Rusia mediaron en septiembre de 2018 un acuerdo para implantar una zona de distensión entre ambas fuerzas en Idlib. Y en agosto de este año llegaron a un acuerdo para que las fuerzas del régimen sirio detuvieran sus acciones militares. Sin embargo, las violaciones al cese al fuego impuesto son usuales y desde el 16 de diciembre fuerzas sirias y turcas han intensificado sus bombardeos sobre la región. De hecho, desde la firma del acuerdo de 2018 se han registrado 1.300 muertes civiles en los combates en la zona.
“Si las agresiones de parte del régimen y sus aliados continúan, Turquía y Europa se enfrenará a una nueva crisis migratoria. Los efectos negativos de esta presión sobre nosotros se sentirán en todos los países europeos, especialmente en Grecia”, dijo Erdogan, en referencia a la ola migratoria que que tuvo lugar en 2015, cuando más de un millón de personas llegaron a diferentes países europeos escapando de la inestabilidad regional. La mayoría de ellos escapaba de la guerra civil en Siria.
Desde entonces los miembros de la Unión Europea llegaron a un acuerdo con Ankara para frenar el flujo migratorio hacia el viejo continente. Esto significa que los refugiados sirios llegan a Turquía pero no pueden seguir su viaje y son procesados y albergados en centros de acogida en ese país.
Hasta la fecha se cree que cerca de 3,6 millones de sirios se encuentran en Turquía tras haber perdido sus hogares por la guerra civil iniciada en 2011, más que en ningún otro lado.
El gobierno turco recibe a cambio miles de millones de euros de parte de Europa para hacer frente a la situación. Sin embargo, el aumento de tensiones entre el bloque y Ankara, debido al creciente autoritarismo de Erdogan, ha puesto en crisis este entendimiento. En consecuencia, Erdogan suele amenazar con abrir sus fronteras y permitir a los refugiados sirios marchar hacia Europa como herramienta de negociación con Bruselas.
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