El voraz incendio que se desató a principios de diciembre en la montaña Gospers, en Nueva Gales del Sur (Australia), continúa avanzando en medio de una ola de calor sin precedentes, haciendo que los esfuerzos por contener las llamas resulten insuficientes.
El pasado sábado el calor y el viento alimentaron aún más el fuego. Un residente local captó cómo después de que una ráfaga de viento golpeara la cima del monte las llamas se desbordaron por los acantilados de las Montañas Azules.
Estos barrancos en el valle de Grose, grabados en el clip, pueden alcanzar alturas superiores a los 200 metros.
El incendio en la montaña Gospers, al noroeste de Sídney, ha arrasado con casi 450.000 hectáreas y se estima que al menos 20 casas han sido destruidas.
El Servicio de Bomberos del estado ha indicado el 22 de diciembre que a la fecha existen 98 incendios activos, de los cuales 50 se encuentran fuera de control.
rt
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