El presidente ruso visitó en julio pasado la isla de Gogland (Hogland), situada en el golfo de Finlandia, a unos 180 kilómetros al oeste de San Petersburgo, y bajó en un batiscafo al fondo donde dos meses antes habían descubierto los fragmentos de un submarino soviético que había tropezado con una mina marina del ejército nazi en 1942.
Equipos de la Flota del Báltico, según Nosátov, proporcionaron el apoyo logístico a la expedición.
"Realizaron toda clase de tareas, entre las que habría que destacar la remoción de minas en la isla y en el fondo marino. Técnicos en el manejo de explosivos detectaron y neutralizaron en la isla una veintena de municiones de los tiempos de la [Segunda] Guerra [Mundial]", dijo el almirante.
El jefe de la Flota del Báltico agregó que "la tripulación del dragaminas Aleksandr Obukhov encontró todo un campo de minas amarradas sobre el fondo marino que fueron detonadas en el lugar con la ayuda de un robot sumergible".
Con la inmersión de julio pasado ya van dos las que el líder ruso realizó en la isla de Gogland.
Seis años antes, en 2013, Putin descendió en un batiscafo al lugar en que reposan los fragmentos de la fragata Oleg, naufragada en 1869.
Sputnik
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