El Congreso de Colombia aprobó la madrugada de este viernes una polémica reforma tributaria que lleva casi un mes alimentando el rechazo de los manifestantes que lideran las protestas contra el Gobierno de Iván Duque. La Cámara de Representantes, que debatió hasta las cinco de la mañana, dio el visto bueno a esa norma por 98 votos a favor y 45 en contra. El llamado comité de paro, integrado por representantes de sindicatos y del movimiento estudiantil, cuestionaba la medida porque el nuevo sistema impositivo rebaja de forma progresiva los impuestos a las grandes empresas, del 33% al 30%. Sin embargo, el Ejecutivo destacó otros aspectos como la devolución del IVA, fijado en un 19%, a las rentas con menores ingresos.
Un multitudinario concierto toma las calles de Bogotá para redoblar la presión al Gobierno
La reforma salió adelante después de semanas de pulso parlamentario y en la calle, sobre todo en Bogotá, donde esta semana se produjeron nuevos enfrentamientos entre estudiantes y fuerzas de seguridad. La represión de la policía antidisturbios, en el ojo del huracán tras la muerte por un disparo del joven Dilan Cruz, dejó nuevos heridos. Con todo, Duque no se avino a retirar la norma, que bautizó como "ley de crecimiento", aunque introdujo algunas modificaciones relacionadas con los impuestos indirectos.
“Aquí lo que queremos es que Colombia crezca, que traiga inversión, que sea más competitiva y que eso nos permita tener más recursos para la inversión social”, dijo el mandatario. Sus adversarios políticos y los líderes de las protestas consideran, en cambio, que la reforma agrava la ya profunda brecha social. “La aprobación de la Ley de Crecimiento Económico y la pobreza de la propuesta de salario mínimo para 2020 (un aumento del 5,2%, hasta lo equivalente a unos 240 euros) comprueban que miles de colombianos en las calles tenemos razón: el Gobierno y el Congreso no escuchan a la ciudadanía, legislan para una minoría de acaudalados”, lamentó la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode).
Duque lo negó durante el acto de inauguración de un puente sobre el río Magdalena. “Primero”, defendió, “esta no es una ley que favorece a los ricos, como han tratado de decir algunas personas, porque aquí lo que se trata es que la micro, la pequeña, la mediana y la gran empresa crezcan y que ese crecimiento nos permita a nosotros no solamente tener más inversión y más empleo, sino invertir más en lo social”. Como ejemplo, el presidente adujo que el Gobierno incrementó “la tributación solo en las personas naturales que ganan más de 40 millones de pesos (unos 11.000 euros), sin tarifas populistas ni mucho menos oportunistas”.
Otras cesiones que hizo el Ejecutivo para tratar de contener el malestar social fue la reducción de la aportación al sistema de salud de los pensionados “más vulnerables”, del 12% al 4%; el anuncio de tres días anuales sin IVA para facilitar las compras a las familias y a las empresas; y la devolución del IVA a los “colombianos más pobres”, destacó Duque. Un paquete social que los manifestantes consideran una forma de maquillar una reforma inequitativa que, después de tres huelgas generales en menos de un mes, seguirá motivando una oleada de movilizaciones que, al menos por el momento, no ha tenido precedentes en los últimos años.