De hecho, la repentina caída comenzó el 16 de diciembre y fue propulsada por la liquidación de los activos de una pirámide financiera conocida como PlusToken. En concreto, los responsables de esta trama ya vendieron 25.000 bitcoins, pero siguen disponiendo de 20.000 más, informa la empresa de análisis Chainalysis.
Según explica la compañía, especializada en el análisis del mercado de las criptomonedas, probablemente se trata del mayor esquema Ponzi en la historia de este tipo de divisa. Se estima que la suma del daño causado por PlusToken asciende a los 3.000 millones de dólares.
Los organizadores de esta trama prometían unas grandes ganancias a cambio de depósitos en bitcoin, ethereum y otras criptomonedas. PlusToken era muy popular en los países de Asia, donde seis personas involucradas ya fueron detenidas y extraditadas a China.
Sin embargo, la mayoría de los activos de esta pirámide pasaron a través de lo que se conoce como los mixers, una herramienta utilizada para lavar criptomonedas. Una vez realizada esta operación, es prácticamente imposible encontrar al verdadero propietario de estos medios.
Además, los especialistas de Chainalysis consideran que los organizadores de PlusToken podrían contar con el apoyo de plataformas de mercado extrabursátil para poder vender o intercambiar sus activos criminales.
Toda esta situación podría acarrear consecuencias adicionales. Según explicó un bróker extrabursátil al medio ruso Vesti, el informe de la compañía analítica podría hacer que los participantes del mercado empiecen a tener miedo a más presión que podría ejercer sobre el precio del bitcoin una nueva liquidación de PlusToken.
Mientras tanto, los llamados mineros de criptomonedas se están rindiendo antes esta situación, indicó el especialista de la industria Charles Edwards, de Capriole Investments. De acuerdo con Edwards, los mineros están desconectando sus equipos que ya no son tan lucrativos y están vendiendo los bitcoins que generaron para financiar su actividad.
Sin embargo, el especialista también destacó que esta capitulación de los mineros, que ya está durando 27 días, tiene una duración promedia desde la perspectiva histórica.