Georgia celebra elecciones legislativas bajo la sombra de Saakashvili

  07 Octubre 2016    Leído: 516
Georgia celebra elecciones legislativas bajo la sombra de Saakashvili
Georgia celebra mañana, sábado, unas elecciones legislativas marcadas por la alargada sombra del expresidente Mijaíl Saakashvili, exiliado en Ucrania y al que el Gobierno acusa de intentar sabotear los comicios.

"Todos los intentos de desestabilizar el país serán reprimidos. Los órganos competentes controlan la situación y hacen todo lo posible para evitar el peligro", dijo el ministro de Defensa georgiano, Leván Izoria.

Según las autoridades, Saakashvili y cinco de los diputados del opositor Movimiento Nacional Unido (MNU) conspiraron recientemente para denunciar el fraude electoral y provocar protestas antigubernamentales en caso de derrota.

Saakashvili, presidente georgiano entre 2004 y 2012, tachó una supuesta grabación colgada en Youtube de pura invención, pero el Servicio de Seguridad Nacional de Georgia (antiguo KGB) ha abierto una investigación penal.

La situación se complicó más cuando esta semana un diputado del MNU, Givi Targamadze, sufrió un atentado, del que salió ileso, pero que causó heridas a varios transeúntes.

El primer ministro, Gueorgui Kvirikashvili, aseguró que "lo ocurrido es una provocación de los enemigos de Georgia para buscar la desestabilización del país de cara a las elecciones del sábado".

Precisamente, Saakashvili, el mayor aliado de EE. UU. en el Cáucaso, llegó al poder en 2003 no a través de las urnas, sino tras derrocar al entonces presidente, Eduard Shevardnadze, en la incruenta Revolución de las Rosas.

Desde la reforma que entró en vigor en 2013, el presidente georgiano ejerce funciones representativas, por lo que es el primer ministro el que tiene ahora casi todo el poder ejecutivo, incluida la política exterior.

Por ello, las elecciones son muy importantes para este país, entre cuyas prioridades figura el ingreso en la Unión Europea y en la OTAN, bloque militar con el que coopera en varias misiones de paz.

A diferencia de Saakashvili, enemigo acérrimo del Kremlin, el actual Gobierno también intenta normalizar las relaciones con Rusia, estancadas desde la guerra por el control de la región separatista de Osetia del Sur en 2008.

La lista oficialista es encabezada por Kvirikashvili, mientras el expresidente del Parlamento, David Bakradze, es el rostro del MNU, aunque todos ven aún a Saakashvili como el líder en la sombra.

Según las encuestas de opinión, un 36 % de los georgianos está dispuesto a votar por Sueño Georgiano, el partido que desbancó del poder a Saakashvili en 2012, mientras sólo un 13 % apoyará al MNU.

Con todo, la prensa local destaca que hay muchos indecisos, ya que el Gobierno no ha logrado cumplir con las expectativas creadas, especialmente en materia de lucha contra la corrupción y mejora del nivel de vida de la población, aunque la economía creció una media del 3,6 % en los últimos tres años.

Georgia quiere servir de puente entre la Unión Europea y China, con la que quiere suscribir un acuerdo de libre comercio similar al suscrito con los Veintiocho, y beneficiarse del tránsito de mercancías.

Saakashvili, que no puede regresar a su país, irrumpió el miércoles en la campaña con una videoconferencia en la que prometió a sus seguidores volver a Georgia "para celebrar la victoria con el pueblo georgiano".

La reaparición del expresidente tuvo lugar durante un mitin en el centro de la capital georgiana en el que participaron más de 10.000 de partidarios del MNU, una inesperada demostración de fuerza de la oposición.

Nacionalizado ucraniano tras el derrocamiento de Víktor Yanukóvich por la revolución del Euromaidán, Saakashvili es en la actualidad gobernador de la región ucraniana de Odessa, a orillas del mar Negro, e incluso ha sonado como candidato a primer ministro en su país de adopción.

Tras perder las elecciones presidenciales, Saakashvili huyó de Georgia tras ser imputado por cuatro delitos por los que podría ser condenado a once años de prisión.

En un intento de evitar disturbios, el Ministerio del Interior adelantó que movilizará a decenas de miles de policías, especialmente en la capital, donde vive casi la mitad de la población del país.

Además, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) ha enviado una misión de casi 350 observadores para garantizar la limpieza de unas elecciones en las que son llamados a las urnas más de tres millones y medio de votantes.

La coalición Sueño Georgiano ocupa en la actualidad 85 de los 150 escaños en el Parlamento georgiano, mientras que el MNU tiene los 65 restantes.

Los analistas no esperan que el resto de partidos que participan en los comicios -19 formaciones y 6 bloques- logren superar la barrera del 5 % de los votos necesarios para acceder al arco parlamentario.

Terra

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