A la caza del zorro: el Tottenham acecha al Leicester
We are coming, Leicester!!!”, bramaban los 3.000 hinchas del Tottenham llegados el lunes por la noche hasta el frío siberiano del Brittania Stadium para asistir al partido contra el Stoke City. Encarrilado el choque por los hombres de Mauricio Pochettino con un gol de Kane en la primera mitad, la segunda parte fue un recital monumental de los londinenses, que les deja a cinco puntos de los zorros.
Los líderes de la Premier ya sienten el aliento de un equipo que va como un tiro. Los spurs muerden las colas de los zorros en un desenlace de la competición emocionante como pocos recuerdan en Inglaterra, entre otras cosas porque los azules de Leicester jamás han ganado el título y los de White Hart Line no lo catan desde 1961, por lo que sería también una gran sorpresa que el título fuera a parar a manos de los de Pochettino.
A falta de 12 puntos por disputarse, el Leicester necesita ocho para cantar victoria y debe obtenernos en los partidos que disputará en su estadio contra el Swansea, prácticamente salvado y el Everton, que prepara Robert Martínez. El catalán, célebre por acertar en sus pronósticos, ya ha dicho que no cuenten con esos puntos, porque está convencido de que su equipo ganará al de Claudio Ranieri y vaticina que el título se decidirá en la última jornada.
El Chelsea en el camino
Además, el Leicester ha de jugar en Old Trafford, dentro de dos jornadas, y cierra el curso en Stamford Bridge, ante el Chelsea. Los blues también aparecen en el camino del Tottenham, que jugara en casa ante West Bromwich Albion y el Southampton, y debe visitar Stamford Bridge para terminar en Newcastle.
Líderes desde la jornada 15 del campeonato, las simpatías de los Foxes, que representan al equipo modesto, han menguado de un tiempo a esta parte, por su juego y porque algunas voces en la Premier consideran que reciben ayudas arbitrales evidentes.
A Ranieri, que para sorpresa de propios y extraños ha podido mantener un once tipo ajeno a lesiones y sanciones durante toda la temporada, se le empiezan a complicar las cosas, más allá de temer que sus hombres deban manejar la presión de verse tan cerca de un título, cosa que les resulta absolutamente extraña.
La expulsión de Jammie Vardi en la última jornada contra el West Ham, por acumulación de tarjetas, le supone automáticamente un partido de sanción, que le privará de participar el domingo contra el Swansea. Pero su reacción ante el colegiado Jonathan Moss al ver la segunda amarilla por simular un penalti le puede salir muy cara, porque la federación puede actuar de oficio y penalizarle con un segundo encuentro fuera de los terrenos de juego por conducta inapropiada. Por semejante conducta a Diego Costa le cayó un partido y 20.000 libras de multa en los cuartos de final de la FA Cup.
Mientras, el Tottenham va a la caza del Leicester sin desmayo: “Hay que darles todo el crédito, su nivel es fantástico”, admite Mark Hughes, el entrenador del Stoke. “Ha sido muy difícil controlar su fuerza y velocidad en todas las áreas del campo, además han sido el equipo más inteligente sobre el terreno de juego. Es evidente por qué están peleando por el título. No creo que nadie a día de hoy se atreva a apostar a que no pueden conseguir ganar la Premier League”, admitió el técnico galés.
“Potente y compacto”
“Es un equipo físicamente muy potente, muy bien hecho, compacto, muy trabajado, donde se ve la mano del entrenador. Tiene piezas muy bien encajadas y se nota mucho la mano del entrenador”, admitió Bojan, delantero de los Potters, resignado ante la derrota del lunes y consciente como lo es cualquiera a día de hoy en Inglaterra de que en el desenlace de esta Liga puede pasar de todo.
Pochettino no pierde la esperanza. “Soy una persona muy positiva en la vida, siempre creo que las cosas pueden suceder, cosas buenas para nosotros”, mantiene el exjugador y exentrenador del Espanyol. “Nunca deseo cosas malas para nadie, pero quiero que el Leicester pierda puntos y puede suceder... En el fútbol puede pasar cualquier cosa. Amamos el fútbol porque es impredecible”. Lo que tiene claro el técnico argentino es que si los Spurs logran el título “cada uno de mis jugadores merecería una estatua”. La de Gordon Banks, en la puerta del Brittania Stadium de Stoke, parecía darle la razón.