AI ha explicado que todas estas embarcaciones podían ser utilizadas para interceptar a los migrantes y posteriormente ser enviados a centros de detención donde sufren abusos y violaciones de sus derechos.
La organización y otros grupos de defensa de los derechos de los migrantes y refugiados presentaron en marzo ante los tribunales franceses una serie de medidas contra el Ministerio de Defensa galo, argumentando que esta política de colaboración con las autoridades costeras libias propiciaba indirectamente "graves violaciones de los Derechos Humanos".
Amnistía hace referencia en sus denuncias a las detenciones que se producen después de que estas personas sean interceptadas en el mar Mediterráneo, las cuales son enviadas a centros de detención donde se han registrado casos de abuso sexual, torturas, e incluso trata de personas.
La medida que Francia paralizó ahora ya fue adoptada por otros países de la Unión Europea, que apoyan a la Guardia Costera de Libia con el fin de reducir el flujo migratorio que llega a las costas del continente, en especial a Italia y Malta.
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