"Durante los disturbios fueron atacados más de 50 puestos policiales y bases militares", dijo el ministro a la cadena televisiva IRINN.
Las movilizaciones sacudieron durante casi una semana varias ciudades de Irán después de que las autoridades aprobaran el 15 de noviembre cuotas a la venta minorista de gasolina y aumentaran el precio del combustible.
Rahmani Fazli comunicó que también fueron blancos del vandalismo 731 bancos, nueve templos, 70 gasolineras, así como coches policiales y vehículos de particulares.
El ministro desveló además que un grupo violento planeaba hacer volar el mayor depósito de gasolina de una de las ciudades del país.
"Si lo hubieran logrado, el fuego habría arrasado la mitad de la ciudad", puntualizó sin ofrecer más detalles.
Antes los medios informaron que se previno que se le prendiera fuego a un almacén de combustible en la ciudad de Sirjan.
Conforme a las nuevas medidas del Gobierno, los automovilistas particulares pueden llenar hasta 60 litros de gasolina al mes, mientras que los taxistas pueden contar con 400 litros.
El precio del carburante subió un 50% hasta 15.000 riales (unos 30 centavos de dólar) por litro. La gasolina que exceda de la cuota se venderá a 30.000 riales.
Con los ingresos adicionales por la venta de la gasolina el Ejecutivo iraní planea formar un fondo para ayudar a las familias de bajos ingresos.
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