El r escate del submarino hundido por los narcos en la ría pontevedresa de Aldán ha necesitado un despliegue de medios y esfuerzo, pero se ha logrado. Pasadas las cuatro de la madrugada los agentes de Policía, Guardia Civil y Vigilancia Aduanera seguían trabajando. A esa hora ya sabían lo que guardaban las tripas del batiscafo: casi 4.500 kilos de cocaína. Con ellas a bordo cruzaron los tres tripulantes (un español sigue huido) el Atlántico. Es la primera vez que se pone imagen y se intercepta un narcosubmarino en Europa. Dada la cantidad que transportaba es casi imposible que sea la primera vez que los clanes de la droga lo consiguen.

Los investigadores, que ofrecerán datos en una rueda de prensa a las doce de la mañana en Marín, siguen trabajando para averiguar quién está detrás de este importantísimo alijo. Se barajan tres clanes gallegos como los únicos posibles candidatos, debido a la inversión y medios logísticos necesarios. Solo la carga que transportaba el submarino supera de largo los cien millones de euros. La sombra de Sito Miñanco, encarcelado desde hace dos años, y las organizaciones del Pastelero y el Burro se perfilan como las posibles compradoras.

Los dos tripulantes ecuatorianos detenidos ingresaron en prisión el martes por la noche por orden del juez de Cangas. El tercero sigue huido. Los investigadores sospechan que se trata de un miembro de la organización gallega que hizo la travesía como garantía de la carga. Al ser conocedor de la zona, una vez en tierra, logró escapar mientras los otros dos marineros eran apresados.

La nave, de unos 20 metros de eslora, tras dos intentos fallidos logró ser izada al puerto de Aldán anoche con el empleo de dos enormes grúas y la participación de decenas de personas en las maniobras.

abc

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