"Hay un proceso en marcha que continuará hasta abril (...) El asunto está relacionado con la OTAN y no se trata de usar o no el S-400", dijo Erdogan a los periodistas en el avión que lo lleva de vuelta a su país tras concluir una visita a Catar, según declaraciones recogidas por el canal TRT.
El mandatario agregó que existe un procedimiento en el marco de las reglas de la OTAN que debe ser completado.
Erdogan indicó también que su homólogo estadounidense, Donald Trump, y el secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, ven como positivo el proceso para resolver las diferencias con Turquía por el S-400.
A su vez, el ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, declaró que Ankara no prometió a nadie que renunciaría a sus planes de instalar y utilizar los sistemas S-400 comprados a Rusia.
"No tenemos ninguna obligación ante nadie de no instalar o usar el S-400. Compramos estos sistemas porque fue necesario", dijo Cavusoglu, citado por la agencia Anadolu.
La adquisición de los S-400 rusos provocó tensiones entre Ankara y Washington. La Casa Blanca amenazó con imponer sanciones y excluyó a Turquía del programa de suministros de aviones de combate F-35.
Turquía firmó en diciembre de 2017 el primer contrato para la compra de los S-400 por un valor equivalente a 2.500 millones de dólares. En septiembre de este año el país otomano recibió los avanzados equipos.
Estados Unidos argumenta que el sistema antiaéreo ruso puede ser una amenaza para el caza indetectable F-35.
El S-400 (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN) es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos.
Con un alcance de hasta 400 kilómetros, el sistema ruso puede abatir blancos a alturas de hasta 30 kilómetros.
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