“Todavía no son los resultados definitivos, esperemos los resultados finales. Sin embargo, está claro que ocurra lo que ocurra Hong Kong forma parte de China, en tanto que región administrativa especial”, ha declarado este lunes Wang ante los periodistas en Tokio, tras reunirse con el primer ministro japonés, Shinzo Abe
El ministro chino, asimismo, ha asegurado que “cualquier intento” para sembrar el caos o dañar la prosperidad y la seguridad de Hong Kong está condenado al fracaso.
Las declaraciones de Wang se producen este mismo lunes, después de que los resultados parciales de las elecciones locales mostraran que los candidatos de la oposición van camino de conseguir la mayoría de los 18 consejos de distrito, hasta ahora en manos del oficialismo. La participación superó el 71 %, anunció la Comisión Electoral.
Según los resultados parciales, que abarcan poco más de la mitad de los 452 concejales de distrito, 201 candidatos de la oposición han logrado escaños, contra 28 del oficialismo y 12 independientes.
El gobierno local hongkongués escuchará humildemente a la oposición
La jefa del Ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, ha declarado, en un comunicado publicado después de las elecciones locales ganadas por la oposición, que respetará el resultado de los comicios y escuchará a la opinión de los votantes. “El gobierno seguramente escuchará humildemente las opiniones de los ciudadanos y reflexionará seriamente sobre ello”, precisa Carrie Lam.
Los analistas afirman que las marchas antigubernamentales han sido un factor clave en la victoria de la oposición en las elecciones locales de Hong Kong.
La injerencia extrajera en las marchas de Hong Kong
Desde el pasado mes de junio, Hong Kong es testigo de masivas protestas en contra de un proyecto de ley que hubiera permitido las extradiciones de los sospechosos desde el territorio autónomo para ser juzgados en la China continental y Taiwán. Tras semanas de protestas, el Gobierno de Hong Kong cedió ante los manifestantes y anunció la retirada definitiva de la ley de extradición a China.
Las marchas en Hong Kong contaron con el apoyo de algunos países extranjeros como EE.UU., y el Reino Unido. El Senado estadounidense aprobó el martes por unanimidad un proyecto que reclama democracia y respeto de los derechos humanos en Hong Kong y, además, exige una evaluación anual de la autonomía de la isla, amenazando con imponer restricciones si los resultados son desfavorables.
La medida provocó la ira de Pekín que, de hecho, condena los contactos entre las autoridades de EE.UU. y los líderes de las manifestaciones violentas en Hong Kong y exige a Washington actuar conforme a la ley.
HispanTV
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