La oposición demócrata arrasa en las elecciones en Hong Kong

  25 Noviembre 2019    Leído: 991
La oposición demócrata arrasa en las elecciones en Hong Kong

Estas elecciones municipales se percibían como un referéndum sobre la gestión del Gobierno local y el apoyo a las protestas de los últimos cinco meses.

La ciudadanía de Hong Kong ha hablado alto y claro. Quiere votar, y quiere cambio. Las elecciones municipales de este domingo, vistas como un referéndum sobre las protestas prodemocracia de los últimos cinco meses y la gestión del Gobierno autónomo de Carrie Lam, han dado una victoria abrumadora a la oposición demócrata y un tremendo varapalo al bloque prochino. Los pandemócratas han logrado al menos 387 de los 452 asientos.

El resultado supone un enorme respaldo a las protestas, tanto más indiscutible por cuanto la población acudió a votar en masa. Estos comicios se han convertido en los de mayor participación jamás en la historia del territorio autónomo. Han votado 2,94 millones de personas o el 71,2% del censo electoral, trece puntos porcentuales más que el anterior récord, el 58% registrado en las legislativas de 2016.

En otras circunstancias, los comicios municipales hubieran pasado casi desapercibidos incluso para su propia población: ediciones previas no habían conseguido movilizar a más del 47% de la población. Pero las del territorio autónomo no son circunstancias normales, tras cinco meses de protestas masivas antigobierno en las que más de 5.500 personas han quedado detenidas, se han disparado más de 10.000 rondas de gases lacrimógenos, la economía ha entrado en recesión y la popularidad del gobierno que encabeza Carrie Lam ha caído en barrena.

Los analistas habían apuntado que una gran participación beneficiaría en principio al bloque pandemócrata de oposición. Los primeros datos parecían confirmar una debacle en el campo conservador, donde han sido derrotados nombres muy prominentes de la política local. 

El castigo a uno de ellos en particular, Junius Ho, sabía a triunfo moral para los manifestantes. Este concejal y legislador era uno de los políticos a los que tenían más inquina desde que se le vio estrechar la mano a un grupo de supuestos miembros de tríadas que habían atacado con impunidad a manifestantes en una estación de metro el 21 de julio.

Las municipales son las elecciones más democráticas en el sistema hongkonés: son las únicas en las que se aplica el sistema de sufragio universal puro, que los manifestantes reclaman también para la elección del jefe de gobierno. Hasta ahora, el nombramiento de este cargo está en manos de un comité de 1.200 notables.

A lo largo de todo el día las colas fueron generalizadas. Ya desde primera hora de la mañana, antes de que abrieran los centros de votación a las 7.30, decenas de personas hacían cola para depositar cuanto antes su papeleta en lugares como el barrio de clase media de South Horizons, donde acudió a las urnas el activista estudiantil Joshua Wong, el único aspirante a candidato rechazado por la Junta Electoral.

Había indicios previos de que la participación sería masiva. A lo largo del último año se habían inscrito en torno a 380.000 personas más en el censo electoral, para situarlo en 4,13 millones de personas, la mayor cifra jamás alcanzada en esta ciudad de 7,4 millones de habitatantes. En numerosos colegios electorales, a la hora del desayuno las colas ya medían varios metros. A la del tentempié de media mañana daban la vuelta a la cuadra. Algunos votantes aseguraban que habían llegado a esperar entre 90 minutos y dos horas para poder entregar su papeleta.

“Tenía muchas ganas de votar. Es la manera pacífica que tenemos de expresar nuestra opinión, y tenemos que aprovecharla. Después Carrie Lam (la jefa del gobierno autónomo) no podrá hacer caso omiso”, subrayaba Winston, un oficinista de 36 años, en el colegio electoral Henry G Leong Community Center del abigarrado barrio comercial y residencial de Yau Ma Tei.

En parte, la insólita participación tempranera se debía al temor a que hipotéticos incidentes pudieran impedir o suspender el voto, un rumor que había corrido como la pólvora en las redes sociales en días previos. Las elecciones se desarrollaban cuando varias decenas de manifestantes continúan atrincherados en el campus de la Universidad Politécnica, cercado por la Policía desde que hace una semana se registraran en su entorno los incidentes más violentos hasta el momento desde que comenzaron las protestas.

La jornada se desarrolló sin incidentes de violencia, pese a los temores que habían activado a casi todo el cuerpo policial, de 31.000 agentes.

“Espero que esta estabilidad de los últimos días no sea solo por las elecciones de hoy, espero que signifique que nadie quiere ver tal caos (como en días previos) en Hong Kong, y que podamos dejar atrás estos momentos difíciles para comenzar de nuevo”, afirmaba la jefa del gobierno autónomo, Carrie Lam, en declaraciones tras depositar su voto en el acomodado barrio de los Mid-Levels en la isla de Hong Kong.

Por su parte, Joshua Wong, cuya candidatura resultó rechazada después de que la junta electoral encontrara que no había dado garantías suficientes de no apoyar el independentismo, instaba al llegar a su colegio electoral “a salir a votar y mostrar nuestro descontento con Pekín”, aseguraba el activista de 22 años, “cada voto cuenta. Los hongkoneses tenemos que salir a votar mientras podamos”.

En principio, los concejales tienen escasas competencias más allá de lo puramente local. Pero un triunfo en ellas tendría consecuencias significativas. Los representantes de distrito ocupan once de los 70 escaños en el Legislativo autónomo, que celebrará a su vez elecciones el año próximo. Y en 2022 se celebrarán elecciones para el puesto de jefe del gobierno local, en las que solo 1.200 integrantes de un comité de notables puede votar. Los concejales designan a 120 de esos miembros, un 10% no desdeñable para los pandemócratas, que en la actualidad controlan cerca de 400.

elpais


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