Google quiere dejar atrás una era, la de los Nexus. Este martes desvelará sus nuevos dispositivos para Android. La nueva hornada, según las filtraciones, llevará el nombre de Google Pixel. El buscador ha hecho algo poco habitual en su estrategia, crear expectación por toda la ciudad. En San Francisco, carteles y construcciones temporales con forma de móvil en puntos emblemáticos de la ciudad indican “El día 4 cambiará todo” junto a una G con los colores de la firma.

El evento de Google, con menos invitaciones que el de Apple, llega solo cuatro semanas después del de esta compañía. Será la respuesta a los iPhone 7 y 7 Plus, y también su manera de impulsar el universo Android con dos teléfonos potentes que sirvan de ejemplo al resto de fabricantes. Serán los primeros teléfonos con Android Nougat, la última versión del sistema operativo. Y lo traerán limpio. Es cierto que LG mostró su V20 el 6 de septiembre, con dicho software, pero también lo es que no dijeron ni precio ni fecha de salida al mercado. Los Pixel llegarán en dos tamaños, con pantalla de 5 y 5,5 pulgadas, pero con potencia similar en ambos formatos.

Otra novedad es que el fabricante será HTC, una firma reconocida por su diseño, pero sin grandes cifras de ventas en los últimos tres años. HTC sigue sin dar con una línea del gusto del gran público y su gama alta resulta demasiado cara, por lo que apenas pueden competir con Samsung y Apple en el segmento superior. Google no dejará que lleven su logo. La apariencia será la de tener un móvil Google, como se tiene uno de Apple. A HTC le conviene para mantener la producción activa y recuperar confianza de proveedores e inversores.

Google no ha escatimado en componentes: procesador de Snapdragon 821 de Qualcomm, el más potente en el mercado, cámara de 12 megapíxeles, sensor de huella dactilar y batería de larga duración. El cuerpo será de aluminio, pero no se sabe si tendrá resistencia al agua y polvo como sucede con los Samsung, Sony y iPhones de última generación.

No se sabe ni precio, ni fecha de salida, ni cómo será su venta: ¿solo online o también a través de tiendas? Aunque es casi seguro que no se casarán con ningún operador, sino que se tratará de promover la adopción de Fi, su propia empresa de telefonía que pone el acento en los datos de alta velocidad con tarifas sencillas. Todo lo contrario que los Pixels, cuyo precio rondará los 500 dólares como mínimo.

Esta no será la única novedad de los de Mountain View. Durante I/O, su conferencia anual, se dio un hecho extraño. Hablaron de dos productos, incluso mostraron el prototipio en el escenario, pero no llegó a manos de los desarrolladores. La costumbre de Google es dárselo a ellos antes para que comiencen a sacarle jugo en forma de aplicaciones y búsqueda de errores. De este modo, cuando llegan al consumidor final son más las posibilidades, programas y sensación de producto terminado. En esta ocasión enseñaron Home, un asistente para el hogar que compita con el Echo de Amazon, cuya inteligencia artificial sabe ciertos giros de humor. Se estima que Google ofrecerá su aparato por 50 dólares menos que Amazon. La duda está en saber si los consumidores, más allá de los fanáticos de la tecnología de Silicon Valley, están dispuestos a tener un aparato en casa que les escuche de manera continúa a cambio de avisarnos de a qué hora se debe salir al trabajo para no llegar tarde, si hace falta tomar un paraguas antes de cerrar la puerta o escuchar una receta paso a paso sin quitar las manos de los fogones.

En la conferencia de mayo también pusieron en pantalla un prototipo de sus gafas de realidad virtual. Las cardboard, una simple caja de cartón que se pliega con dos lentes, han servido como medida de democratización del formato. Conocidas sus bondades y sensaciones que provoca esta narrativa, con Daydream, como se llama este nuevo casco, quieren subir la calidad. Solo dos días después del evento de Google, Oculus, propiedad de Facebook, celebrará su conferencia. Google, si lo enseña, tiene que hacerlo con argumentos reales que eviten un ridículo por comparación en un corto espacio de tiempo.

Cerrando el capítulo de hardware, Chromecast, el pequeño aparato que permite usar aplicaciones en la televisión, se va a renovar. El precio estará alrededor de los 70 dólares, el doble que el actual. A cambio, ofrecerá vídeo con definición 4K.

La sorpresa final podría ser Andromeda, una de las palabras más buscadas en los últimos días. Google lleva tiempo coqueteando con la posibilidad de integrar el navegador Chrome con el sistema operativo de móviles y tabletas, Android. El martes, a las 9 de la mañana hora de San Francisco, se resolverán todas las dudas.

El País

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