"Hoy, comenzamos una nueva etapa en Madrid: desde hoy, integramos al Taxi en nuestra app" anunció a través de su página web la empresa de coches con licencias de VTC (vehículos de transporte con conductor), que de momento extiende esta medida a 50 taxis madrileños.

A partir de ahora, cuando un usuario contrate un vehículo a través del servicio UberX, el coche más cercano a su ubicación pasará a recogerlo, sea un VTC o un taxi.

Con este acuerdo, los taxistas podrán acceder a los clientes de Uber, mientras que la compañía se beneficiará de una comisión por cada trayecto que efectúen.

En una entrevista con el diario El Mundo a raíz de esta noticia, el responsable en España de Uber, Juan Galiardo, defendió el "buen servicio" de los taxistas, que a principios de 2019 colapsaron las carreteras de Madrid y Barcelona en una gran protesta contra Uber y Cabify.

Las protestas terminaron con la marcha de Uber de Barcelona, que dejó de prestar servicio en la capital catalana desde el 1 de febrero, cuando entró en vigor una normativa del Gobierno catalán que obligaba a contratar los servicios de las VTC con 15 minutos de antelación.

"El sector del taxi lo pide y para nosotros también. España es un país estratégico para Uber, por la gran distancia entre el mercado potencial y el negocio actual", destacó Galiardo al diario español.

Con esta medida, los taxistas prestarán servicios bajo las mismas condiciones que los VTC: a precio cerrado, con un pago que se hará a través de la plataforma móvil, y sujetos a una valoración por parte de los usuarios.

La plataforma de movilidad Cabify, principal competidora de Uber, implantó la misma medida en verano, aunque incluyó los servicios de taxis en una categoría separada de sus vehículos.

"Queremos convertirnos en un socio a largo plazo de los taxistas", aseguró Galiardo, que trasladó la voluntad de Uber de expandir esta nueva alianza con el sector del taxi.

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