Para ello agarró un enorme palo y empezó a hacer unos movimientos muy parecidos a los que se realizan en las artes marciales orientales, como el kung-fu. En ciertos momentos incluso parece que los está haciendo intencionadamente, puesto que sus trucos llegan a ser sumamente complicados.
Durante el segundo minuto de vídeo el oso complica su actuación añadiendo un ejercicio de flexibilidad en el que apoya su hocico sobre una de las patas traseras mientras sigue realizando los trucos con el palo. Si se tratase de una audición para la próxima película de Kung Fu Panda, este oso negro de Taiwán podría robarle fácilmente el papel a su protagonista.
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