La aerolínea nacional australiana Qantas ha completado con éxito un vuelo de 19 horas y media sin escalas desde Londres a Sydney. La misión era realizar una serie de pruebas para evaluar los efectos de los vuelos de larga distancia sobre la fatiga de la tripulación y el desfase horario de los pasajeros.
El Boeing 787-9 Dreamliner tomó partida del aeropuerto londinense de Heathrow el jueves por la mañana y aterrizó en el aeropuerto de Sydney a las 12:30 de este viernes. La aeronave y su tripulación han recorrido medio globo en un total de 17.800 kilómetros y han restado dos horas al tiempo medio que tardaría un vuelo corriente entre las dos ciudades con escala en Singapur.
El cometido en cuestión es el segundo de este tipo en la trayectoria que conforma el Proyecto Sunrise. La empresa Qantas tiene como objetivo operar vuelos comerciales regulares sin escalas desde las ciudades de Brisbane, Sydney y Melbourne, en la costa este de Australia, a Londres y Nueva York. Con este proyecto la empresa australiana pretende estandarizar, así pues, los vuelos de larga distancia.
El mes pasado, Qantas completó el primer vuelo sin escalas desde Nueva York a Sydney, que tomó 19 horas y 16 minutos. Se espera otro vuelo de Nueva York a Sydney el próximo mes para culminar el proyecto.
De modo que a finales de este año se evaluará definitivamente el potencial de los vuelos de ultra larga distancia y su encaje en un marco comerical. Se espera que el servicio entre en pleno funcionamiento en 2022.
Los pilotos y la tripulación fueron monitorizados para saber cómo les afectaba tantas horas de vuelo
La tripulación estaba integrada por un total de 52 personas, en su mayoría empleados de Qantas. Durante el vuelo participaron en distintos experimentos, entre ellos el uso de dispositivos de tecnología portátil para rastrear patrones de sueño, consumo de alimentos y bebidas, iluminación y movimiento físico.
Antes del vuelo, el presidente ejecutivo de Qantas, Alan Joyce, dijo que la aerolínea quiere mejorar la comodidad en vuelos de larga distancia. “Sabemos que los viajeros quieren espacio para moverse en estos vuelos directos, y los ejercicios que alentamos en el primer vuelo de investigación parecieron funcionar realmente bien”, dijo. “Por lo tanto, definitivamente estamos buscando incorporar zonas de estiramiento a bordo e incluso algunas modificaciones simples como manijas elevadas para alentar los ejercicios de bajo impacto”, agregó.
Joyce y el primer ministro australiano Scott Morrison dieron la bienvenida a la llegada de la tripulación y los pasajeros mientras la aerolínea celebra su centenario. Es la segunda vez que una aerolínea comercial vuela esta ruta. La primera vez fue en 1989, con un tiempo de viaje de 20 horas y 9 minutos.
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