El tránsito de Mercurio por delante del Sol del pasado lunes hizo agudizar la vista. El menor de los planetas del sistema solar apareció como un pequeño punto por delante del disco del astro. Imposible de apreciar solo con abrir los ojos, prismáticos y telescopios fueron de uso obligado. Siempre con el adecuado filtro solar, claro.
Pero Mercurio necesitaba del Sol para lucirse. En España, las 5 horas y 29 minutos que duraba en su totalidad el evento no llegaron a cuatro en algunos puntos de la región, momento en el que el astro rey marcaba el ocaso.
Las Islas Canarias sí tuvieron la suerte de verlo al completo. Así el Instituto de Astrofísica de Canarias pudo retransmitir en directo la imagen grabada por los telescopios de los que dispone en el archipiélago.
lavanguardia
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