"La situación se ha ido desarrollando de forma muy dinámica. Además de seguir los acontecimientos, hemos estado evaluando y analizando las consecuencias de determinadas acciones. Acogemos con gran respeto esta decisión que ha tomado el Gobierno de México", declaró Riabkov.

El vicecanciller expresó la esperanza de que los disturbios cesen tras "un giro tan dramático, que se produjo en cuestión de días y horas dejando totalmente reformateado el panorama político" en Bolivia.

"Es necesario contener las pasiones. En primer término, eso se refiere a la fuerzas externas que todavía se sentirán tentadas de sacar un provecho, particularmente en el ámbito geopolítico".

"Esperamos que la situación en Bolivia se vaya normalizando poco a poco, para que continúen en el marco constitucional los procesos que permitan un desarrollo sostenible del país", resaltó el diplomático ruso.

La senadora opositora Jeanine Áñez, de 52 años, asumió el 12 de noviembre la Presidencia interina de Bolivia, en una sucesión sin acuerdo parlamentario aunque avalada por el Tribunal Constitucional que consolidó la caída del líder indígena Evo Morales y abrió las puertas a elecciones generales a corto plazo.

La sucesión directa puso fin al vacío de poder en que había caído Bolivia desde que Morales fuera obligado a renunciar el 10 de noviembre por un golpe cívico-político que desconoció, por supuestamente fraudulenta, la victoria del líder indígena en las elecciones generales del 20 de octubre.

Sólo una veintena de parlamentarios opositores, ninguno del Movimiento Al Socialismo (MAS) de Morales, escuchó la autoproclamación de Áñez en una reunión sin previo aviso en el hemiciclo de la Cámara de Diputados que pasó por alto una prevista cadena de sesiones de transición en la Asamblea Plurinacional.

Desde su exilio en México, el expresidente Morales calificó el hecho como consumación de "el golpe más artero y nefasto de la historia".Sputnik

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