Ahora, los medios de comunicación españoles explicaron la prohibición, y por supuesto, no es porque el futbolista no quiera aviones sobre su casa.
El capitán del Barcelona vive en el municipio de Gavà, a unos 25 km de Barcelona y dentro del Parque Natural del Garraf, un área protegida por la legislación medioambiental española rico en flora y fauna en peligro de extinción. Por lo tanto, los aviones que llegan y salen del Prat tienen que hacer un pequeño desvío hacia el Mediterráneo para evitar la zona.
La información se hizo pública cuando el propio Javier Sánchez-Prieto explicó por qué el plan de ampliación del aeropuerto del Prat en Barcelona se estaba retrasando. Según el presidente de Vueling, se debía en parte a que "a los aviones no se les permite sobrevolar la casa de Leo Messi, lo que es algo que no ocurre en ningún otro lugar del mundo".
Por lo visto, Sánchez-Prieto exageró. Como era de esperar, Messi no exigió que los aviones no interrumpieran su siesta.
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