"He pedido al jefe de la Fuerza de Defensa, general Angus Campbell, que imparta órdenes a los comandantes de bases locales dejando que tienen la autoridad de usar los recursos de Defensa para responder a cualquier contingencia local", declaró Reynolds.
Según la ministra, citada por el sitio web de su ente, los mandos superiores de la Fuerza de Defensa Australiana (ADF) y otros comandantes "tienen la facultad de proporcionar asistencia de emergencia en situaciones de emergencia locales para salvar vidas humanas, evitar una gran pérdida de vidas de animales o daños generalizados a la propiedad".
Varios aviones de la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF) ya trasladaron en días recientes equipos de bomberos desde Canberra, Adelaida y Hobart a Puerto Macquarie, en la costa norte de Nueva Gales del Sur.
Además, algunas bases militares se mantienen listas para proporcionar alojamiento y comida a equipos de bomberos, así como reabastecer de combustible aviones contra incendios.
Anteriormente, la primera ministra de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, decretó una situación de emergencia en este territorio.
Más de 800 bomberos están combatiendo contra unos 60 focos activos en el estado, según el periódico The Sydney Morning Herald.
Debido a un pronóstico desfavorable estará totalmente prohibido hacer fuego abierto en Nueva Gales del Sur los días 11 y 12 de noviembre.
sputnik