Berlín celebra bajo la lluvia el 30º aniversario de la caída del Muro, la odiosa barrera fortificada erigida por la Alemania comunista en 1961 para impedir a sus ciudadanos el libre tránsito hacia el mundo occidental. Convertido en símbolo tangible de la guerra fría, el muro de Berlín cayó poco después de las 23 horas del 9 de noviembre de 1989, como resultado de una inesperada y fortuita cadena de circunstancias. Empezaba un camino en aquel momento no tan evidente pero que conduciría, un año después, a la reunificación de Alemania, el 3 de octubre de 1990.
“No hay excusas, de nosotros depende la democracia, la libertad, los derechos humanos, la tolerancia; no podemos bajar la guardia, hay que luchar por los valores europeos”, dijo este sábado la canciller de Alemania, Angela Merkel, ella misma crecida en la antigua República Democrática Alemana (RDA) comunista, trayendo el aniversario al momento actual, con sus nuevas complejidades.
“El 9 de noviembre nos exhorta a oponernos decididamente al odio, al racismo y al antisemitismo”, afirmó la canciller democristiana, recordando que en esa fecha se produjo también un acontecimiento vergonzoso para Alemania. El 9 de noviembre de 1938 se desató la Kristallnacht, la noche de los cristales rotos, en la que los nazis destruyeron sinagogas y comercios judíos.
Canciller de AlemaniaEn un emotivo acto este sábado por la mañana en el Memorial del Muro de Berlín de Bernauer Strasse –una calle que era en sí misma frontera-, Angela Merkel y el presidente federal de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, estuvieron acompañados por los presidentes de Eslovaquia, Hungría, Polonia y República Checa. Hace 30 años, esos países con sus propias movilizaciones prepararon el terreno para la caída del Muro.
Durante los 28 años, dos meses y 27 días en que ejerció su ominosa función separadora entre alemanes, el muro de Berlín certificó la división geopolítica del mundo en dos bloques: el oeste capitalista a un lado, liderado por Estados Unidos y sus aliados occidentales, y el este comunista, dirigido por la Unión Soviética que controlaba a sus países satélite de la Europa del Este.
Canciller de Alemania“Ningún muro es tan alto y tan ancho que no se pueda romper”, dijo Merkel en la capilla de la Reconciliación, que se halla junto al Memorial del Muro de Berlín de Bernauer Strasse. Esta austera y conmovedora capilla fue construida en el 2000 en el solar de una antigua iglesia de mayor tamaño e igual nombre, que quedó aislada debido al Muro y que la RDA dinamitó en 1985. Actualmente en la capilla se lee cada día la biografía de una víctima mortal de la larga barrera fortificada.
El Muro medía 155 kilómetros: 43 dividiendo la ciudad, y 112 entre Berlín Oeste y la RDA. Desde que las autoridades germanoorientales empezaron a construirlo el 13 de agosto de 1961 para frenar la sangría demográfica hacia la República Federal de Alemania (RFA), hasta su caída hace 30 años, al menos 140 personas murieron en torno al muro de Berlín, según las últimas investigaciones. Esta cifra refleja muertes tanto por disparos de la guardia de fronteras durante intentos de fuga –los soldados tenían instrucciones de disparar- como por accidentes vinculados a las maniobras para cruzar. La cifra incluye también a ocho soldados germanoorientales.
El fragmento de muro conservado en el memorial de Bernauer Strasse donde este sábado se hizo el primer acto conmemorativo permite visualizar cuán infranqueable era como barrera. Lo que en 1961 empezó siendo una alambrada y una pared de ladrillo, evolucionó hasta convertirse en una muralla imponente, formada en realidad por dos muros, con una zona de seguridad intermedia (la llamada franja de la muerte), torres de vigilancia y altos focos.
Las celebraciones del 30º aniversario incluyen un gran concierto nocturno este sábado en la Puerta de Brandemburgo, con un discurso del presidente federal alemán, Frank-Walter Steinmeier. Frente al icónico lugar, lleva toda la semana ubicada una instalación artística flotante de colores, con miles de mensajes de personas sobre el significado de la caída del Muro, y el futuro de Alemania y Europa.
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