El patrimonio de las personas más ricas del planeta se redujo el año pasado por primera vez desde 2015 y es el mayor descenso en una década. Su fortuna global cayó un 4,3% en 2018, debido a las tensiones geopolíticas y la volatilidad de un mercado marcado por la guerra arancelaria, según un estudio elaborado por el fondo de inversiones UBS y la consultora financiera PwC.
La única excepción a este fenómeno se dio en el sector tecnológico, donde los millonarios aumentaron su riqueza un 3,4%. El patrimonio de este grupo de magnates creció en 1,3 billones de dólares. Las tecnológicas se han convertido con diferencia en el filón de oro de este colectivo: los milmillonarios pertenecientes a esta industria casi han doblado en los últimos cinco años su riqueza, creciendo un 91,4%.
La región que más se vio afectada por este declive de la riqueza de los más acaudalados, propietarios de una riqueza de más de mil millones de dólares (billionaires, en inglés), fue China. Aunque el país desbancó a Rusia en el segundo puesto de la clasificación de países con más superricos, el año pasado su número se redujo un 12,3%, hasta los 325 individuos. La inestabilidad de Hong Kong, uno de los principales centros económicos del Pacífico, debido a las protestas contra el intervencionismo del Gobierno central chino, así como las consecuencias de la guerra arancelaria impuesta por Estados Unidos, habrían influido en el descenso, según UBS.
Pese a la caída de la riqueza en 2018, el estudio también contabiliza la continua expansión del grupo en los últimos años: La riqueza de este exclusivo sector de la población se ha incrementado más de un tercio (34,5%) entre 2013 y 2015, alcanzando la suma de 8,5 billones de dólares (7,7 billones de euros). Este crecimiento vino acompañado de un mayor número de milmillonarios, según contabiliza el informe. Mientras que el reducido club de personas que tuvieran más de mil millones de dólares en propiedad era de 1.512 personas en 2013, cinco años después, su número había aumentado a 2.101, un 38,9% más.
Otro dato destacable de este aumento de superricos es la irrupción de las milmillonarias. El número de mujeres creció en el mismo período de tiempo un 46%, más rápido que el número de hombres, que subió un 39%. No obstante, las féminas con este nivel de riqueza representan una minoría: apenas superan el 11% del total del grupo.
Empresas gestionadas por milmillonarios
Los datos que esgrime el informe muestran que las empresas en manos de personas propietarias de más de mil millones de dólares lograron casi el doble de rendimiento de media que el resto entre 2013 y 2018 (un 17,8% frente a un 9,1%). Las compañías dirigidas por este grupo de empresarios acaudalados también dieron más beneficios, obteniendo un retorno sobre el patrimonio promedio del 16,6% en los últimos 10 años, en comparación con el 11,3% del resto del MSCI.
Los expertos que elaboran el estudio no han tardado en bautizar esta tendencia de prosperidad: “El efecto milmillonario” o “the billionaire effect, en inglés”, que viene en parte causado por las características especiales de los magnates. “Según nuestra visión, los milmillonarios tienen tres rasgos de personalidad destacados que benefician al negocio: toma de decisiones arriesgada pero inteligente, determinación y enfoque comercial”, explican. El informe también desvela ciertas similitudes con la empresa familiar, donde la compañía se entiende más como un legado que un lugar de trabajo, lo que suele suponer una mayor visión a largo plazo y una permanente búsqueda de oportunidades para crecer.
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