Presidente de Paraguay mantiene su decisión de que embajada de Israel esté en Tel Aviv

  08 Noviembre 2019    Leído: 1035
Presidente de Paraguay mantiene su decisión de que embajada de Israel esté en Tel Aviv

El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, justificó por qué decide mantener la embajada de Israel en Tel Aviv y no regresarla a Jerusalén como le solicitó la Cámara de Diputados.

"No es una cuestión de religiosidad, que mucha gente mezcla con religiosidad, Paraguay es un amigo histórico de Israel, 191 países en el mundo tienen su capital en Tel Aviv, hoy la única embajada que está en Jerusalén es la de Guatemala", afirmó el mandatario al ser consultado por medios de prensa, consigna el diario digital local Ñandutí.

La Cámara de Diputados remitió el miércoles al Ejecutivo una resolución por el cual lo insta a que se traslade la embajada paraguaya en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, como lo hizo el expresidente de Paraguay, Horacio Cartes (2012-2018).

Abdo Benítez afirmó que "hay una resolución de las Naciones Unidas que dice que todavía es un territorio en conflicto y que para el proceso de paz es mejor que las embajadas estén en Tel Aviv, nosotros somos respetuosos del derecho internacional".

"Un país chico como Paraguay si quiere exigir en el caso de que se cometan algunas injusticias, tiene que ser respetuoso de las resoluciones de las Naciones Unidas", añadió.

Los diputados justificaron su petición afirmando que la decisión del Gobierno de trasladar nuevamente la embajada a Tel Aviv, en setiembre de 2018, hizo que Paraguay perdiera lazos de amistad con un país aliado estratégico, publicó el diario local Última Hora.

Los palestinos anhelan crear su propio Estado en Cisjordania y la Franja de Gaza, con Jerusalén Este como capital.

En el marco del proceso de paz con Israel, que actualmente está suspendido, Palestina exige que las futuras fronteras entre los dos Estados soberanos pasen por las líneas que existían antes de la Guerra de los Seis Días de 1967, con un posible intercambio de territorios.

Israel se niega a regresar a las fronteras de 1967, y especialmente a compartir con los árabes la ciudad de Jerusalén, que ya ha declarado su capital eterna e indivisible.


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