Pakistán no ha conseguido acabar con los grupos terroristas activos en el territorio del país, según un reciente informe del Departamento de Estado de EE.UU.
"Aunque el Gobierno pakistaní expresó su apoyo a la reconciliación política entre el Gobierno afgano y los talibanes afganos, no restringió a los talibanes afganos y a la Red Haqqani (HQN) operar en refugios seguros con base en Pakistán y amenazar a las fuerzas estadounidenses y afganas en Afganistán", sostiene el documento, que analiza la situación de 2018.
"El Gobierno no logró coartar significativamente a Lashkar eTayyiba (LeT) y Jaish-e-Mohammad (JeM) para recaudar dinero, reclutar y entrenar en Pakistán", prosigue el texto, que señala que la influencia de LeT es tan grande que sus afiliados participaron en las elecciones generales de julio del año pasado.
Asimismo, el informe indica que a pesar de esfuerzos del Gobierno por reforzar el control sobre las madrasas (escuelas religiosas musulmanes), muchas de ellas todavía "enseñan doctrina 'extremista'".
Al mismo tiempo, el documento indica que las Fuerzas Armadas y la Policía de Pakistán han endurecido su lucha contra los grupos terroristas. Según se detalla, el número de ejecuciones ordenadas por tribunales militares del país ha aumentado de 15 en el 2017 hasta al menos 104 en el 2018.
La Red Haqqani, considerada como una de las fuerzas de combate más temibles de los talibanes, fue creada en los años 1980 por el entonces muyahidín Jalaluddin Haqqani, quien murió en septiembre del año pasado y estuvodurante años entre los enemigos más feroces de Washington en Afganistán. Lashkar-e-Toiba ('Ejército de los Puros') y Jaish-e-Mohammed ('Ejército de Mahoma'), fundados en 1987 y 2000, repectivamente, son grupos terroristas activos principalmente en los estados indios de Jammu y Cachemira. Este último asumió la autoría del ataque suicida contra un convoy policial indio el pasado 14 de febrero en el que murieron al menos 44 personas.
RT
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