La joya, elaborada hace 39.000 años, es el adorno neandertal más moderno de la historia y el primero encontrado en la península Ibérica.
"Hace 50 años, los neandertales se veían como primitivos, brutos, que se extinguieron porque no estaban tan bien adaptados como nosotros, los Homo sapiens", declaró el investigador principal del estudio, Antonio Rodríguez-Hidalgo.
Sin embargo, el insólito hallazgo constituye una prueba de que los neandertales —al igual que nosotros— eran capaces de formular pensamientos simbólicos complejos y no eran simples hombres mono.
"Los neandertales usaron garras de águila como elementos simbólicos, probablemente como ornamentos de tipo colgante. La selección de garras de esta águila y la repetición del patrón en otros conjuntos neandertales nos hace plantear un uso no funcional de estos elementos", agregó el investigador.
Al examinar el hallazgo, los autores del estudio llegaron a la conclusión de que el creador de la joya extrajo la última falange de la garra, que se utilizaba para hacer ornamentos.
Rodríguez-Hidalgo agregó que, anteriormente, se pensaba que los neandertales utilizaban las garras para hacer adornos "como imitación" y simplemente "copiaban este rasgo cultural" de los humanos anatómicamente modernos con los que convivieron durante el Paleolítico Superior (30.000 a.C - 10.000 a.C.).
El hallazgo pertenece a la cultura chatelperroniense, propia de los últimos neandertales que vivieron en Europa antes de entrar en contacto con los Homo Sapiens.
"El ornamento transmite un mensaje y está muy relacionado con el desarrollo del lenguaje complejo y con el desarrollo de una cognición de tipo moderna. La aparición del arte, del acicalamiento personal para transmitir ideas y mensajes abstractos", concluyó el científico.
Los resultados del estudio han sido publicados en la revista Science Advances.