En nueva jornada de movilización callejera, los iraquíes colocaron el jueves las banderas de EE.UU. y el régimen de Israel en el suelo, las pisaron y las incendiaron posteriormente en la plaza Tahrir, en Bagdad, la capital iraquí.
Distintos movimientos y partidos políticos iraquíes apuntan el dedo acusador hacia EE.UU. y su aliado Israel, de estar aprovechándose de las protestas para provocar “caos” en su país.
El Gobierno de Bagdad ha detectado manos negras detrás de las recientes protestas desatadas desde el 1 de octubre, por la corrupción, el paro, la carestía de los productos básicos. Además, dice que reconoce el derecho a expresarse en calles, pero rechaza la violencia.