Arranca oficialmente la campaña electoral en España

  01 Noviembre 2019    Leído: 618
Arranca oficialmente la campaña electoral en España

La medianoche del 31 de octubre al 1 de noviembre marcó el arranque de la campaña electoral para las elecciones generales del próximo 10 de noviembre en España, unos comicios en los que la crisis territorial en Cataluña volverá a ocupar un papel decisivo.

El arranque oficial de la campaña traerá consigo las clásicas escenas de líderes políticos pegando carteles con sus caras en las calles, aunque a nivel práctico no conllevará ninguna novedad, ya que los candidatos en liza llevan semanas realizando actos preelectorales.

El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y actual presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, vivió el inicio de la campaña en Sevilla, donde en la noche del jueves celebró un mitin en el que intentó venderse ante el electorado como la única opción viable para que el país supere la situación de bloqueo político.

Estas elecciones, las cuartas en cuatro años, llegan después de que Pedro Sánchez no consiguiese ser investido por el Congreso de los Diputados tras los comicios celebrados en el mes de abril, en los que el PSOE fue la formación más votada.

Sánchez se embarcó en un proceso de negociación para formar Gobierno con la coalición izquierdista Unidas Podemos, pero los diálogos no llegaron a puerto y el país se vio abocado a una repetición electoral.

En estos comicios el PSOE se presenta con el lema "Ahora sí" como principal eslogan de campaña, una expresión que intenta sacudir la apatía del electorado ante el posible efecto desmovilizador de la repetición electoral.

"Quien quiera desbloquear la situación, aquí está el PSOE", dijo Sánchez durante el acto celebrado en Sevilla.

El segundo partido en las encuestas (el conservador Partido Popular) también eligió Sevilla para recibir el comienzo de la campaña.

El líder de los conservadores, Pablo Casado, aseguró ante simpatizantes de su formación que el Partido Popular es la "única garantía" para desbloquear la situación en contraposición a un Pedro Sánchez que "ha traicionado a todos y no pacta con nadie".

Pablo Casado basó buena parte de su discurso en abordar la situación de crisis en Cataluña, donde afirmó que "no le temblará el pulso" a la hora de aplicar cualquier tipo de medida que considere necesaria para garantizar el mantenimiento del orden público.

La cuestión catalana será uno de los principales ejes de la campaña electoral tras la agitación generada por la condena del Tribunal Supremo a los doce líderes independentistas llevados a juicio por el referéndum unilateral del 1 de octubre de 2017.

Además de la oleada de protestas y disturbios vividos en Cataluña en las últimas semanas en reacción la sentencia, el país vive un momento de inquietud política por acontecimientos históricos como la reciente exhumación del dictador Francisco Franco o los pronósticos de desaceleración económica.

Todo ello, unido al fragmentado sistema de partidos y a la posibilidad de que el escenario de repetición electoral tenga un efecto desmovilizador sobre los votantes, hace que estos comicios sean una incógnita.

Con los estudios demoscópicos en la mano, la única certeza es que ningún actor tendrá mayoría absoluta tras las elecciones, pero quedan en el aire cuestiones cómo si habrá una mayoría de izquierdas o una de derechas.

Del mismo modo, es una incógnita si el acumulado de voto en estos bloques será decisivo o si los partidos se planetarán superar la lógica de bloques ideológicos para buscar entendimiento con formaciones antagónicas.

Aunque el PSOE y el PP parten como los dos partidos mejor colocados en las encuestas, en estos comicios —y por tanto en el posterior proceso de formación de Gobierno— también jugarán un papel importante la coalición izquierdista Unidas Podemos (UP) o la formación liberal Ciudadanos.

Asimismo, jugarán un papel importante otros actores como Más País —una escisión de UP que aspira a ensanchar el espacio progresista con una candidatura verde— o la formación ultraderechista Vox, que puede afianzarse en incluso crecer al calor del debate territorial.

También se espera que, como es habitual, el próximo Congreso de los Diputados tenga una importante presencia de partidos independentistas catalanes y de nacionalistas vascos.

Con estos mimbres, los líderes políticos deberán buscar fórmulas de acuerdo que pongan fin de una vez a la simbiosis de bloqueo gubernamental y legislativo arrastrada durante años, un bloqueo que actualmente hace que el país tenga un Gobierno progresista cuyas políticas son determinadas unos presupuestos aprobados por un Gobierno conservador en el año 2018.


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