Un tribunal militar israelí ha condenado esta semana a un mes de prisión a un soldado de las Fuerzas de Defensa de Israel que mató a un manifestante palestino desarmado de 15 años al que disparó sin permiso de su mando durante una protesta en la frontera con Gaza.
El francotirador, cuyo nombre no se revela, disparó al adolescente palestino Othman Helles después de que intentara escalar la valla fronteriza de Gaza durante una protesta el 13 de julio de 2018. Según el Ejército, el menor intentó infiltrarse en territorio israelí, pero los palestinos lo niegan.
Al apretar el gatillo, el soldado desobedeció una orden, poniendo en riesgo la vida o la salud de una persona, ha informado el Ejército. El militar disparó sin "el permiso requerido de sus comandantes", contraviniendo "la instrucción que había recibido antes", precisa el comunicado de las FDI.
El soldado fue sentenciado como parte de un acuerdo de culpabilidad, y cumplirá su condena mediante la realización de trabajos militares, además de un régimen de libertad condicional y una rebaja de rango. No fue declarado culpable de homicidio involuntario porque los fiscales militares no pudieron encontrar pruebas suficientes de que el disparo causó la muerte de Helles.
"¿Qué tipo de castigo es este?"
El padre de Helles, Rami, declaró que, si bien al principio se sintió "muy feliz" de saber que el soldado estaba siendo juzgado, "después de escuchar que fue sentenciado a solo un mes de trabajo militar, estaba muy enojado, triste y dolorido".
"¿Qué tipo de castigo es este para un soldado que mató a un joven que no estaba amenazando a nadie? No hay justicia en esta sentencia inapropiada", denunció el hombre.
Los palestinos han estado organizando protestas a gran escala contra la ocupación israelí de Cisjordania y el bloqueo de la Franja de Gaza por las FDI desde marzo del año pasado. Algunos manifestantes protagonizaron protestas pacíficas, mientras que otros intentaron dañar la valla, quemaron neumáticos y arrojaron bombas incendiarias y otros objetos en dirección a los israelíes, ante lo que respondieron las FDI con gases lacrimógenos y fuego de francotiradores.
Al menos 189 manifestantes han sido asesinados por las fuerzas israelíes y más de 6.000 palestinos han resultado heridos desde el inicio de las protestas hasta el 31 de diciembre de 2018, según la ONU. En febrero, los investigadores del organismo declararon que las acciones de los militares pueden equivaler a crímenes de guerra. Israel rechazó las acusaciones e insistió en que sus soldados solo atacan a los agentes del grupo militante Hamás y a los manifestantes peligrosos.
RT
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