HBO quiere otro Trono de Hierro -Video, fotos
Este domingo, los dragones volverán a sobrevolar los Siete Reinos. Juego de tronos, serie convertida ya en fenómeno sociocultural, regresa con su esperadísima sexta temporada que en España se podrá ver de forma simultánea a Estados Unidos en Canal + Series. Las fichas se vuelven a situar sobre el tablero para seguir con la lucha por el Trono de Hierro que enfrenta a los Lannister, Stark, Baratheon, Targaryen y demás casas.
Con su regreso, la cadena estadounidense HBO volverá a presumir de su serie estrella en emisión. Una historia basada en la saga Canción de hielo y fuego de George R.R. Martin cuya trama ya sobrepasa pero que podría tener el fin muy próximo. Los creadores de la producción televisiva, David Benioff y D.B. Weiss, apuestan por solo dos temporadas más de seis y siete capítulos.
El fin de Juego de tronos se aproxima. Y, mientras, HBO se acerca a un momento crítico, algo parecido a lo que vivió cuando en 2007 terminó Los Soprano y se quedó huérfana de un gran drama que lucir en su escaparate. Como gran impulsora de la actual edad de oro de la televisión (es la casa de The Wire, Los Soprano, A dos metros bajo tierra o Deadwood, palabras mayores), la cadena de cable supo crearse una imagen de marca a partir del lema "No es televisión, es HBO". Sin embargo, diferentes indicadores han hecho saltar las alarmas sobre la necesidad de encontrar un drama capaz de atraer la atención mediática, sumar suscriptores y, a la vez, mantener esa sensación de que todo lo que sale de ella es oro en potencia. Varios proyectos fallidos, retrasos en producciones, la marcha de nombres vinculados a la cadena durante años y, sobre todo, la fuerte competencia de otros canales y, especialmente, plataformas online contribuyen a meter presión a la cadena.
La gran apuesta de HBO para el comienzo de 2016 era Vinyl. Los nombres de Martin Scorsese, Terence Winter, Mick Jagger y Bobby Cannavale parecían un seguro de éxito para una historia ambientada en el mundo del rock en los años setenta. Los 30 millones de dólares que costó su capítulo piloto y 100 millones para los 10 capítulos de su primera temporada, según medios especializados estadounidenses, dan muestra de lo decidido de la apuesta. Sin embargo, este fin de semana ha puesto punto final una primera temporada con datos de audiencia discretos y, lo que es más grave, con una acogida fría, en general, por parte de la crítica. HBO renovó muy pronto la serie para una segunda temporada, entrega que se llevará a cabo sin el máximo responsable de la serie, Terence Winter, que abandona la cadena tras una larga etapa vinculado a ella tras Los Soprano y Boardwalk Empire.
HBO parece estar encadenando proyecto maldito tras proyecto maldito. Una de sus series más esperadas es Westworld, adaptación de la película de Michael Crichton con J.J. Abrams en la producción, Jonathan Nolan en la dirección y guion y Anthony Hopkins, Ed Harris y Evan Rachel Wood como protagonistas. Las primeras imágenes de la serie se pudieron ver en agosto de 2015. Sin embargo, en diciembre de 2015 la cadena paró la producción —que se ha reiniciado recientemente— para trabajar más a fondo en los capítulos ya grabados. Estas dificultades podrían hacer que la serie no se viera hasta 2017.
Tampoco han corrido buena suerte los dos proyectos del cineasta David Fincher. Videosyncrasy, una comedia sobre el auge de los videoclips en los ochenta, vio cómo su producción se detenía tras grabar cuatro capítulos. No le fue mejor a la adaptación estadounidense de la británica Utopía, que Fincher abandonó tras haber dirigido dos episodios. También están en el aire una miniserie dirigida por Steve McQueen y otra producida por Brad Pitt y Tom Hanks. En HBO aclaran que estos proyectos pueden revivir. De hecho, siempre se recuerda que el primer capítulo piloto de Juego de tronos fue un desastre que hubo que rehacer completo para dar con lo que se buscaba.
El futuro de estos proyectos es incierto, como el de la serie que parecía llamada a ser el siguiente gran título de la cadena, True Detective. Tras una primera temporada que la convirtió casi al instante en una serie de culto, su segunda entrega, producida con más celeridad para dar respuesta a las ansias de más capítulos, no cumplió las expectativas. La posible tercera entrega aún no está confirmada.
La pujanza de otras cadenas como AMC, Showtime o FX y, sobre todo, de la plataforma online Netflix es otro de los quebraderos de cabeza de HBO. Un reciente estudio de la consultora Morgan Stanley mostraba que, por primera vez, las producciones originales de Netflix están mejor valoradas por el público que las de HBO (el 29% de los encuestados eligieron a la plataforma online como la cadena con mejor contenido original frente al 18% de HBO).
A pesar de lo preocupante de la situación, HBO sigue teniendo un lugar predominante en el universo de la televisión de calidad. Sus comedias (Veep, Girls, Silicon Valley) siguen granjeándole reconocimiento, igual que sus miniseries y telefilmes. En 2015, fue la cadena que recibió más premios Emmy, un total de 43, incluidos mejor drama (Juego de tronos), comedia (Veep) y miniserie (Olive Kitteridge). El haber construido una marca sólida en torno a sus siglas también le permite tener un colchón de seguridad suficiente como para permitirse tranquilidad a la hora de buscar su nuevo gran éxito. Para algo es HBO, no televisión.(elpais)