"La participación de Rusia llenó la laguna que dejó la ONU, además, Rusia participó directamente en la creación de las condiciones logísticas y de campaña para garantizar el traslado de los combatientes y sus familias desde el barrio Al Waer al norte de la provincia de Homs", declaró a Sputnik.

Anteriormente la administración de la provincia y el alto mando del Ejército sirio lograron un acuerdo con los yihadistas sobre el cese de las hostilidades y la retirada de los combatientes junto con sus familias. El cumplimiento de los acuerdos se suspendió en varias ocasiones, pero el proceso fue reanudado el jueves pasado cuando el Ejército gubernamental proporcionó un paso directo a más de 100 combatientes y a sus familias.

"La presencia de las fuerzas rusas junto con el Ejército sirio tiene una importancia especial, ya que salvaron muchas zonas y liberaron varias ciudades", indicó Al Barazi. Según el gobernador, el logro más importante del Ejército sirio tras la entrada de las fuerzas rusas en la lucha contra los terroristas en Siria es la liberación de Palmira y Al Qaryatayn (la provincia de Homs). Siria vive desde 2011 un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (o Estado Islámico) y el Frente Fatah al Sham (antiguo Frente al Nusra), ambas prohibidas en Rusia y otros países. El 30 de septiembre de 2015 las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia lanzaron una ofensiva contra Daesh en Siria a petición del presidente del país,

Bashar Asad; más tarde Rusia retiró de este país el grueso de sus fuerzas. El 9 de septiembre Rusia y EEUU acordaron un amplio plan sobre Siria que incluye entre otros puntos la tregua a partir del 12 de septiembre, la separación de la oposición siria de los terroristas, la continuación de la lucha contra los grupos terroristas y la creación de una zona desmilitarizada para garantizar la llegada de ayuda humanitaria a Alepo.

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