"La suspensión del Tratado INF es un argumento para aumentar el gasto en defensa porque hay más misiles rusos, misiles con capacidad nuclear en Europa que pueden alcanzar las ciudades europeas en unos minutos, algo que solo genera más incertidumbre e imprevisibilidad que enfrentan los aliados de la OTAN", dijo Stoltenberg.
A la vez reafirmó que la OTAN no quiere "una nueva carrera armamentista ni una nueva guerra fría".
A principios de agosto pasado, Estados Unidos abandonó oficialmente el Tratado INF, suscrito con la URSS en 1987, y dos semanas después realizó la prueba de un misil de crucero de emplazamiento terrestre sujeto antes a las restricciones del acuerdo.
Rusia también suspendió su compromiso con el Tratado INF en respuesta a las acciones de EEUU, pero al mismo tiempo dejó claro que no desea implicarse en una nueva carrera armamentista, mantiene sus propuestas de desarme y esperará a que la otra parte esté dispuesta a entablar conversaciones al respecto.
A finales de septiembre, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, envió a los mandatarios de varios países, algunos de ellos de la OTAN, una propuesta de moratoria al despliegue de misiles de alcance medio y corto en Europa y otras regiones.
Siria
Los aliados de la OTAN expresaron distintas opiniones sobre la idea de Alemania de crear una zona de seguridad internacional en el norte de Siria, declaró este jueves el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Los ministros de Defensa de la Alianza se reunieron este jueves en Bruselas.
"Hay diferentes opiniones, y durante la reunión los Estados también presentaron sus puntos de vista, que son conocidos por el público, pero la discusión entre los aliados fue abierta y honesta, y creo que fue útil en sí", dijo Stoltenberg, resumiendo las negociaciones sobre este tema.
Según el secretario general, durante las discusiones "el foco principal fue cómo avanzar".
"También hubo un fuerte apoyo a una solución política, un fuerte apoyo a un mayor compromiso internacional para promover un acuerdo político en el noreste de Siria y en toda Siria", explicó.
Stoltenberg reconoció que los aliados expresaron distintas opiniones, pero al mismo tiempo coincidieron en varios temas.
En particular en que "Turquía tiene preocupaciones legítimas respecto a la seguridad, la necesidad de no socavar el progreso en la lucha contra el enemigo común de Daesh (grupo terrorista, prohibido en Rusia) (...) así como la importancia de mantener operaciones y misiones", incluidas sus actividades en el mar Egeo.
Además, señaló que la OTAN "observó cierto progreso en la situación en la región y una disminución de la violencia" en los últimos días.
Previamente, la ministra de Defensa alemana, Annegret Kramp-Karrenbauer, dijo que propondría a la OTAN la creación de una zona de seguridad en la frontera sirio-turca que sea controlada por las fuerzas internacionales con la participación de Moscú y Ankara.
Según Kramp-Karrenbauer, la situación en Siria afecta los intereses de Europa y, en particular, de Alemania en términos de seguridad.
La ministra señaló que hasta ahora las acciones de Berlín y Bruselas han sido demasiado pasivas, por lo que el "impulso y la iniciativa política" alemana "tienen sentido".
Turquía comenzó el 9 de octubre la operación Fuente de Paz en el norte de Siria con el argumento de alejar a las milicias kurdas de su frontera y delimitar una "zona segura" para acoger a los miles de refugiados sirios que permanecen en su territorio.
Una semana después, Ankara acordó con Washington suspender la operación a condición de que las fuerzas kurdosirias fueran retiradas de la zona de seguridad.
El 22 de octubre los líderes ruso y turco, Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan, decidieron prolongar la tregua y desplegar policías militares rusos y soldados sirios en el noreste de Siria, pero fuera del área en la que opera Turquía.
Además se estableció que las fuerzas de Rusia y Siria facilitarán el traslado de las facciones kurdas a una distancia de 30 kilómetros en un plazo de 150 horas a contar desde el mediodía del 23 de octubre, momento en el que dará comienzo el patrullaje ruso-turco a 10 kilómetros de la frontera tanto en dirección este como oeste del área de la operación militar turca, aunque excluyendo la ciudad de Qamishli.
Según el canciller de Turquía, Mevlut Cavusoglu, la operación turca en Siria está suspendida pero no concluida y puede reanudarse en caso necesario.
Sputnik
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