Ese será el momento elegido para proceder a llevar el cuerpo, previsiblemente en helicóptero, desde la Basílica del macromonumento del Valle de los Caídos hasta el cementario de Mingorrubio, donde se encuentran los restos de la mujer de Franco.

De esta manera, finalmente se cumplirán los acuerdos del Consejo de Ministros que preside Pedro Sánchez, que consuma lo dispuesto en la Ley de Memoria Histórica de 2007 y que ejecuta la moción aprobada por el Pleno del Congreso de los Diputados en 2017.

La propuesta estrella del presidente socialista se llevará a cabo después de haber superado innumerables obstáculos legales puestos tanto por la familia Franco como por la orden benedictina que custodia la Basílica donde se encuentra la tumba del dictador. El último fue el recurso de amparo que los abogados de los descendientes interpusieron ante el Tribunal Constitucional. El rechazo de este órgano judicial ha dado, finalmente, vía libre al Ejecutivo.

Así, los restos mortales de Franco abandonarán el interior de la Basílica del Valle de los Caídos, un monumento que mandó construir el propio dictador y en cuyo levantamiento intervinieron presos políticos como mano de obra. En la actualidad se trata de la mayor fosa común del país, pues en el interior del templo católico, a ambos lados del altar se encuentran sendos columbarios que albergan más de 33.000 cadáveres de combatientes de la Guerra Civil española de ambos bandos.

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