Según informan a Sputnik desde los Mossos d"Esquadra (la policía autonómica catalana), a lo largo de la noche del 17 de octubre se practicaron un total de 19 detenciones relacionadas con los desórdenes públicos en toda Cataluña.
Del mismo modo, los profesionales del Servicio de Emergencias Médicas (SEM) atendieron a un total de 42 personas por heridas relacionadas con los altercados, la mayor parte de ellos (36) en Barcelona.
Más de la mitad de las personas atendidas (23) necesitaron ser trasladadas a centros hospitalarios.
Casi la totalidad de las personas que necesitaron ser enviadas al hospital se encontraban en el Eixample de Barcelona, donde se produjeron los enfrentamientos más duros.
Los disturbios tuvieron lugar al término de una multitudinaria manifestación (13.000 personas, según la Guardia Urbana de Barcelona) convocada por los Comités de Defensa de la República (CDR) en el centro de la ciudad.
De forma paralela, un grupo de unos 200 ultraderechistas se concentró en la Plaza de Artós, a casi cuatro kilómetros de la manifestación independentista.
Según pudo constatar Sputnik, los planes de los ultraderechistas de moverse al centro de la ciudad para "cazar a independentistas" eran conocida por buena parte de la gente presente en la manifestación, pero la policía no lo evitó.
A lo largo de la tarde, los grupos de comunicación de los antifascistas en Telegram emitieron varias alertas informando de los movimientos de los ultraderechistas.
"Vienen para acá", constataban los activistas antifascistas consultando su móvil desde la manifestación, que hasta ese momento se había desarrollado de forma pacífica, con la excepción de episodios de lanzamiento de objetos a la prensa española que cubrían la concentración.
Ante la inminente presencia de los ultraderechistas, los antifascistas empezaron a moverse al grito de "que no quede ni uno" o "a por ellos" y se desplazaron hacia el Eixample, donde se produjeron los primeros encontronazos.
La actuación de los Mossos d"Esquadra está siendo objeto de duras críticas en la mañana de este 18 de octubre, ya que los 200 ultraderechistas consiguieron recorrer los cuatro kilómetros que les separaban de los independentistas en una ciudad llena de agentes antidisturbios.
"No se les podía encapsular por el número de manifestaciones simultáneas que había. Cuando se han disgregado, lamentablemente, no se han podido evitar algunas agresiones", afirmaron los Mossos d"Esquadra en un comunicado.
Los enfrentamientos entre ambas partes dejaron dos episodios destacados que fueron captados en vídeo y rápidamente se viralizaron en las redes sociales.
El primero de ellos es una brutal paliza propinada por decenas de fascistas a un joven que se encontraba sólo.
En el vídeo se ve cómo los fascistas se ensañan con el joven, al que golpean con palos y dan patadas en la cabeza pese a que se encuentra en el suelo.
El otro destacado episodio es la agresión por parte de decenas de antifascistas a un ultraderechista que portaba una arma blanca de grandes dimensiones.
Además de los enfrentamientos entre estos dos bandos, la noche del 17 de octubre dejó las mismas imágenes que llevan repitiéndose desde el 14 de octubre en Cataluña: quema de barricadas a lo largo de toda la ciudad y lanzamiento de cócteles molotov e incluso cohetes a la policía.
Por su parte, los agentes antidisturbios llevaron a cabo innumerables cargas policiales usando sus porras contra los manifestantes, dispararon proyectiles de forma constante y, además, volvieron a recurrir a la técnica del "carrusel", consistente en disolver concentraciones arremetiendo con sus furgones.
Mientras todo eso sucedía, muchos comerciantes del centro de la ciudad abrieron las puertas de sus locales para que la población se pudiera refugiar y evitar las cargas.
En la jornada de este viernes, en la que hay convocada una huelga general, habrá nuevos actos de protesta a lo largo de toda Cataluña.
Las protestas estarán de nuevo especialmente focalizadas en Barcelona, donde confluirán cinco marchas compuestas por decenas de miles de personas que desde el 16 de octubre recorren el territorio catalán.
El pasado 14 de octubre arrancó un ciclo de protestas en Cataluña después de que el Tribunal Supremo de España condenara por delitos de sedición, malversación y desobediencia a 12 líderes catalanes como responsables del proceso político que llevó al referéndum unilateral de octubre 2017 y a la posterior adopción de una declaración de independencia por parte del Parlamento de Cataluña.
El fallo del alto tribunal suma casi 100 años de cárcel para el conjunto de los acusados, recayendo la pena más alta sobre el exvicepresidente del Gobierno catalán, Oriol Junqueras, condenado a 13 años de prisión.
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